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viernes, 29 de enero de 2016

Líder del Cartel de Los Rojos mas habil que el Chapo se les escapo a 3 mil Federales


Líder del Cartel de Los Rojos mas habil que el Chapo se les escapo a 3 mil Federales


Chilapa, Gro., a 29 de enero del 2016.- Antes de las tres de la tarde el Fiscal General de Guerrero, Xavier Olea Peláez, dijo al noticiero de Radio Fórmula que conduce Denise Maerker: “Tenemos rodeado a Zenen Nava, alias El Chaparro, en Chilapa”.

Pero el gozo, como se dice en Guerrero, se fue el pozo. Lo que puede ser la primera certificación al utópico mando Único Estatal ha reprobado su primer examen. No han sido certificados.

Militares, policías federales y estatales, persiguieron, se balearon, mataron a uno, hirieron a otros, los rodearon en la casa del líder del cartel de Los Rojos pero, éste, mas hábil que El Chapo Guzmán, burló el cerco a plena luz del día y se les fue. Dirían que se fue por el drenaje pero… en Chilapa los tubos del drenaje no miden mas allá de 30 centímetros de diámetro.

Hace dos días se puso en marcha el operativo para erradicar al crimen de Chilapa. El primer golpe parecía la confirmación de que todo iba en serio. Militares, federales y estatales lograron cercar al líder del Cártel de Los Rojos, Zenen Nava Sánchez, apodado el Chaparro.

Desde las once y media de la mañana comenzó la persecución por las estrechas calles de Chilapa. Cerca de las dos de la tarde, los sicarios, guardias del líder de Los Rojos, se refugiaron en una pozolería. Ahí se balearon con los federales. Dos policías heridos, un sicario herido y otro mas muerto, fue el saldo de la refriega.

Escaparon varios pandilleros. Los militares, federales y estatales les siguieron. Rodearon una casa de seguridad donde, dijo todo el pueblo, “es la casa de Zenén”.

A partir de las cuatro de la tarde con treinta minutos todo quedó en silencio. El Periódico El Sur, en su versión digital, dio la noticia: “se les fugó Zenen”.

La primera prueba de lo que podría ser el Mando Único Estatal, con la participación de militares, federales y policías estatales ha fallado. Zenen salió mas hábil que el Chapo Guzmán.

Burló el cerco que rodeaba su casa, instalada en una manzana, que es un perfecto rectángulo. Los drenajes no son ms allá de 30 centímetros de diámetro, asi que… tal vez se fugo por aire, teletransportado o algo muy pero muy pesado le abrió el cerco de militares, federales y estatales que, en número de tres mil, no vieron cuando se fugó.
Zenen sigue libre. Salió mas vivo que El Chapo.

CRÓNICA DE UN DÍA DE
VIOLENCIA EN CHILAPA

El líder del grupo criminal “Los Rojos”, Zenén Nava Sánchez alias “El Chaparro”, junto con un grupo de sicarios a su mando, protagonizó un fuerte enfrentamiento con elementos de la Policía Federal en calles céntricas de Chilapa, con saldo de por lo menos un presunto criminal muerto, dos más detenidos y dos policías heridos.

El jefe en esa zona de “Los Rojos” fue sitiado en un primer momento por decenas de policías federales que en breve tuvieron el apoyo de estatales y militares que participan en el recién implementado “Operativo Chilapa”, que comprende a más de 3 mil policías desplegados para reducir los índices de criminalidad en la zona Centro y Norte de la entidad.

Los hechos dieron inicio alrededor de las 13:30 horas, cuando los federales detectaron a un grupo de hombres con armas largas, generándose el primer enfrentamiento.

Ante el poder de fuego de los federales, los presuntos criminales se refugiaron en el interior de la pozolería “El Grano de Oro”, ubicada en la calle 7 Oriente esquina con Municipio Libre de la colonia San José, a pocas cuadras del Centro de esta cabecera municipal. Ahí quedó un civil muerto.

A los federales se unieron pronto las corporaciones estatales y efectivos militares, con lo que lograron la captura de dos individuos que fueron encerrados en los separos del Ministerio Público.

El fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, confirmó en un programa de noticias de corte nacional 8Radio Fórmula con Denise Maerker) que el grupo con el que se enfrentaban las fuerzas del orden era el de Zenén Nava Sánchez “El Chaparro”, a quien tenían “rodeado”.

La balacera se prolongó hasta las 15:30 horas, recorriendo las estrechas calles de Chilapa, el bulevar central, hasta llegar a las inmediaciones del Hospital General, seguida en el aire por helicópteros.

Trascendió que la consigna era atrapar vivo o muerto al líder de “Los Rojos”, pero hasta cerca de las seis de la tarde no había información de si esto fue logrado.

A las 16:09 se suspendió el flujo de información. El periódico El Sur, en su versión digital, informó que Zenen Nava Sánchez, alias El Chaparro, se escapó. Al parecer pasó entre las piernas de los tres mil federales que, luego de los balazos, ya no le vieron.

A las 16:23 se supo, de manera extraoficial, que un presunto integrante de la delincuencia organizada muerto, otro herido y dos policías federales más lesionados es el saldo preliminar del enfrentamiento ocurrido la tarde de este jueves en el barrio San José de Chilapa.

Trascendió que el líder del grupo delictivo Los Rojos señalado como responsable de las desapariciones en el municipio, Zenén Nava, El Chaparro, escapó del operativo.

Hasta minutos después de las 4 de la tarde todo el barrio continúa sitiado por policías federales, estatales, ministeriales y militares que con camionetas impiden el paso a los vehículos en la zona donde ocurrió la balacera y solo permiten el paso de personas “bajo su propio riesgo”.

El barrio se ubica a unas tres cuadras del centro de la ciudad y los efectivos también instalaron filtros de seguridad para revisar taxis que circulan en las calles alternas. Los negocios cercanos están cerrados y la mayoría de los vecinos está encerrada en sus casas.

Fuentes policiacas del gobierno del estado informaron que en la balacera que inició cerca de la 11:30 de la tarde dos policías federales y dos presuntos delincuentes resultaron heridos y uno de ellos murió de camino al hospital.

Zenen, dijo alguien del pueblo, salió mas hábil que el Chapo Guzmán. No se fue por el drenaje. Nomás desapareció. El operativo recién inaugurado y la propuesta de Mando Único Estatal ha quedado en entredicho en su primera operación. Se les fue Zenen a tres mil por entre las piernas.

"El Mencho" seguirá creciendo y el CDG podría tomar control de las zonas Zetas en Tamaulipas

"El Mencho" seguirá creciendo y el CDG podría tomar control de las zonas Zetas en Tamaulipas


                 

Ciudad de México.-  sucedió una noche de octubre del 2015, muy cerca de la Garita de Otay, por la calle Fray Junípero Serra casi pegado a la línea.
Un grupo de agentes de la Policía Federal con apoyo del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, irrumpieron en una bodega donde desde días atrás entraban y salían camiones de carga. Encontraron en el piso interior un compartimento donde se ingresaba a un túnel, al avanzar comunicaba el lado mexicano con el estadounidense.
Era un pasadizo de más de 800 metros de largo, tres de grosor, donde corría un sistema de vías de ferrocarril. Por ahí estaban apilados empaques de marihuana que en conjunto sumaban 10 toneladas, hubo 16 detenidos quienes declararon que la obra que conectaba de forma clandestina Tijuana con San Ysidro.
Era propiedad del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Era la primera vez que la autoridad daba un golpe a esta organización en la zona y que obtenía indicios de sus operaciones en la frontera. Días después Perla Ibarra Leyva, procuradora de justicia de Baja California, declaró que no estaba comprobada la existencia de esa organización en el estado.
Pese a ello testimonios de detenidos del grupo de los Arellano Félix como del Cartel de Sinaloa, han reconocido que empezaron a traficar para la organización que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, “el Mencho”.

Desde abril del 2015 se tenían indicios de la presencia de células del CJNG en Tijuana, cuando aparecieron las primeras mantas dejadas en puentes peatonales y vehiculares, todas signadas como Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNJ). Durante el año pasado diversas declaraciones de pistoleros detenidos, difundidas por la prensa local, hacían referencia a que por lo menos dos células de esta organización estaban establecidas en la ciudad.

La expansión del Cartel de Jalisco Nueva Generación a regiones del país fuera de la zona geográfica de Tierra Caliente, será una tendencia que continuará durante el año 2016, según el último reporte de la agencia de análisis en seguridad e inteligencia Stratfor, distribuido entre sus suscriptores. Las redes bajo control de Oseguera Cervantes y sus cuñados los Valencia González, conocidos como “los Cuinis”, ha alcanzado una expansión en zonas que históricamente controlaba Sinaloa y Tamaulipas, como Tijuana, Baja California y Veracruz. En la frontera con San Diego se hacen llamar Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNG), y en el último año han presionado para llenar el vacío en la ciudad y arrebatar el control a los jefes de los grupos afines a Sinaloa.

En Tijuana el pasado sábado 23 de enero fue encontrado un mensaje contra los hermanos Alfonso y René Arzate García, líderes de la principal célula del cartel de Sinaloa identificados por los alias de “El Aquiles” y “la Rana”. Una caja de herramienta abandonada en un predio de la colonia Amparo Sánchez, tenía en el interior la cabeza cercenada de un individuo y al lado un texto firmado por “el señor Mencho y su jente”, donde advertían que seguiría la “limpia”.

Existen indicios que muestran que el Cartel de Jalisco Nueva Generación opera ya en San Luis Potosí y Zacatecas. En ambos estados la facción del Cartel del Golfo que encabezaba Iván “Talibán” Velázquez ha estado en permanente disputa con los Zetas por el dominio de la región. Ambos grupos han perdido poder en la zona desde 2012. El 2016 inicia con el CJNG en disputa contra los Zetas, y facciones del Cartel del Golfo, por el control en los estados de Veracruz, Tabasco y Guanajuato, señala la agencia.

De la “balcanización” a la “erosión” de los carteles

Los medios de comunicación han tenido “un día de campo” con la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El personaje, la circunstancia y la información —que de manera planeada y con objetivos marcados—, el gobierno federal ha filtrado para definir una narrativa del caso, no ha dado espacio en la prensa nacional para analizar lo que ocurre en otras partes del país, donde las fisuras y luchas internas que los grupos de la delincuencia organizada han tenido en los últimos tiempos, han redefinido el mapa del narco en México.

Para el 2016 se prevé que las luchas internas continúen entre antiguos aliados, como ocurre entre las tres diferentes facciones del Cártel del Golfo, que pelean el corredor Reynosa, Río Bravo, Matamoros; y contra sus enemigos en común, los Zetas, tanto en Tamaulipas como en Veracruz. Existen indicios de que podría haber una consolidación en otras regiones de facciones afines al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), como en Michoacán.

Por la reconfiguración geográfica las tres “sombrillas” bajo las que la agencia estadounidense divide los grupos criminales en México son Sinaloa, Tamaulipas y Tierra Caliente. En Sinaloa a la cabeza está la Federación bajo el liderazgo de Ismael “El Mayo” Zambada; segunda en importancia es la organización de los Beltrán Leyva con Fausto Isidro Meza “El Chapo” Isidro de líder, con sus socios los Mazatlecos al sur, y al norte Trinidad Olivas Valenzuela “el Chapo Trini” y Alfredo Sagid Emilio Quintero Navidad alias “el Cadete”. Mientras la Línea y Gente Nueva se disputan Chihuahua. En el caso de Tamaulipas se contempla al Cartel del Golfo y sus facciones, los Velázquez, los Metros y los Ciclones. Sus enemigos acérrimos los Zetas, están en la misma “sombrilla” por ser también ésta su entidad de origen. En Tierra Caliente se ubica al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Caballeros Templarios, la Familia, Guerreros Unidos, los Rojos, el Cartel Independiente de Acapulco (CIDA), y los Viagra. Estos son grupos que han mutado de nombre en los últimos tiempos aunque sus zonas geográficas siguen siendo las mismas.

En los últimos 25 años las pugnas y guerras internas entre los grupos criminales se han convertido en la fuerza que ha marcado regiones, rutas y fronteras del país. Desde que en 1989 desapareció el Cartel de Guadalajara, con la detención de su líder Miguel Ángel Félix Gallardo, quien controlaba la mayor parte del país, las diferentes organizaciones que surgieron se han definido de forma compacta en sus geografías y han tejido redes criminales regionales.

La “balcanización” de los grupos de tráfico de drogas, dice Stratfor, ha continuado por más de dos décadas y ha significado que existan un mayor número de grupos criminales. La gran mayoría en los últimos tiempos han tenido reconfiguraciones internas. Por su importancia a nivel nacional hasta hace unos años se habló de la antigua Federación, con el Cartel de Sinaloa como grupo hegemónico; y el Cartel del Golfo, y su mayor escisión, los Zetas. La muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009 trajo como consecuencia el surgimiento de diferentes grupos como la Resistencia; la caída en 2010 de Ignacio “Nacho Coronel” se tradujo en el surgimiento del Cartel de Jalisco Nueva Generación, organización que ha tenido el mayor crecimiento e importancia estratégica en la zona de Tierra Caliente.

Desde la fractura del cártel del Golfo en 2010 cuando se escindieron los Zetas, solo dos organizaciones se han mantenido cohesionadas. Una ha sido Sinaloa, y la otra los mismos Zetas cuando el poder lo tenía el grupo de militares desertores. Hasta hace poco tiempo ningún grupo criminal contemplaba reducir su poder y descentralizarse. Antes de 2012 Sinaloa y Tamaulipas y sus grupos de base dominaban por completo el crimen organizado. Pero surgió la “balcanización” y trajo un nuevo escenario con los grupos criminales que tomaron mayor importancia en la región de Tierra Caliente, como el caso del CJNG. Esto se tradujo en un cambio en la dinámica de seguridad atenuando los focos en el suroeste del país. Por esta razón en los últimos años las fuerzas armadas han tenido que desplazar numerosos efectivos en operativos especiales en Guerrero, Michoacán y Jalisco.

El regreso de los clanes

La ofensiva del gobierno federal contra el Cartel de Jalisco Nueva Generación, tras la repercusión mediática por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y las elecciones federales de junio del 2015, se tradujo en la captura de uno de los altos mandos de la organización, Iván Cazarín Molina, brazo derecho del “Mencho”.

No solo la parte operativa, también la financiera del CJNG tuvo bajas. En marzo del 2015 Abigael González Valencia “el Cuini”, fue detenido en Puerto Vallarta. Hace unas semanas en los primeros días de enero cayó su hermano Elvis González Valencia, cuando convalecía por heridas de arma de fuego en una clínica de Guadalajara. Los “Cuinis” son los hermanos José Luis, Gerardo, José María, Ulises Giovanni y Edgar González Valencia. Su hermana Rosalinda González Valencia está casada con Antonio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder de la organización. Es el regreso de los clanes, como en otro tiempo fueron los Arellano Félix en Tijuana, o como en Sinaloa son los hermanos Guzmán Salazar y Guzmán López, hijos del Chapo.

El CJNG podrá continuar expandiéndose y podría continuar cohesionado a lo largo de este 2016, sin embargo la agencia no descarta posibles reconfiguraciones hacia finales de año si las fuerzas federales continúan golpeando con éxito a la cúpula de la organización.

Desde la expansión del Cartel del Golfo a Veracruz en 2008, que dejó territorios en “herencia” a los Zetas tras la ruptura del 2010, no se veía una reconfiguración como la que implica el dominio paulatino en el estado del CJNG. Podría ocurrid un declive del poder del CJNG en Tierra Caliente con sus grupos de base, los cuales por su cuenta se expandirán en 2017.

En el caso del Cartel de Sinaloa bajo el mando de Ismael “el Mayo” Zambada, lo que ha caracterizado a la organización es la descentralización del poder en los últimos tiempos. La fuga del Chapo Guzmán puso la mirada sobre el poder del narco, lo que provocó que la presión a nivel internacional cayera sobre Enrique Peña Nieto para resarcir el daño.

Joaquín “El Chapo” Guzmán en libertad repercutió en que las diferencias que surgieron entre los grupos al interior, incluido los hombres de su red, se solventaran. Versiones sobre la muerte de varios escoltas de Aureliano Guzmán Loera, su hermano, publicadas por la prensa sinaloense en diciembre pasado, podría ser indicativo de que hubo pugnas internas.

Stratfor señala que en el escenario de este año se prevé que Tamaulipas pierda liderazgo. Recuerda que los Zetas comenzaron el 2015 reforzando su disputa contra la facción de los Talibanes en Zacatecas. El año pasado fue el primero en que los Zetas, operaron sin que en sus filas hubiera algún militar desertor de la camada que fundó la organización. Esto se tradujo en que surgieron nuevos grupos locales y empezaron las rupturas con peleas internas en Veracruz, Tabasco y Oaxaca, lo cual se prevé siga durante 2016.

Aunque las rupturas y reacomodos no son del todo claros, la violencia es real, dice el reporte. Estas fracturas ocasionarán que sea poco probable que los grupos con base en Tamaulipas sigan creciendo durante 2016.

Durante el 2013 y 2015 el gobierno federal dio golpes severos a la cúpula de los Zetas. En julio se dio la captura de Miguel Treviño Morales, el Z-40; y en marzo siguiente cayó su hermano Omar Treviño Morales, el Z-42. Varios de los jefes criminales de los Zetas, capturados en la primera mitad del 2015, tenían su base en el noreste, en entidades como Tamaulipas y Nuevo León.

Tras estas capturas las fuerzas federales se enfocaron en Veracruz y Tabasco. En noviembre pasado en Querétaro detuvieron a Alejandro Castro Alonso alias “el Picoreta”, jefe regional de los Zetas y encargado de operaciones para Veracruz, Oaxaca, Puebla, Chiapas y Campeche.

Stratfor considera que el Cartel del Golfo podría aprovechar la debilidad de los Zetas y tomar el control de sus zonas en Tamaulipas, lo que repercutirá en un posible repunte de la violencia en la zona sur del estado.

El informe no se detiene en el incremento de la beligerancia de los grupos que pelean en Guerrero, Morelos y Estado de México, como la Familia, los Rojos, Guerreros Unidos, los Ardillos, Cartel Independiente de Acapulco, y la Barredora. Guerrero es una de las pocas entidades donde el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) no ha manifestado mayor presencia, pese a que en diciembre pasado circularon versiones de que se había hecho con el control total del puerto michoacano de Lázaro Cárdenas, contiguo a la Costa Grande del estado.


El Mencho y su cartel de Jalisco serán los mas poderoso del país este año, pelea plazas a todos

El Mencho y su cartel de Jalisco serán los mas poderoso del país este año, pelea plazas a todos

Durante el 2016 continuará la erosión de las organizaciones de tráfico de drogas en el territorio nacional, el panorama aparecerá sin cambios.
 
El Mencho y su Cartel de Jalisco serán los mas poderoso del país este año, pelea plazas a todos
Porque las fisuras y las luchas internas seguirán, lo que se traducirá en una continuación del incremento de la violencia. La organización que más crece es el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que está en abierta disputa por territorios, como Tijuana y Veracruz, que históricamente han estado bajo dominio de las organizaciones de Sinaloa y Tamaulipas. 
 
Más allá de la recaptura de Joaquín “el Chapo” Guzmán, y dependiendo de los golpes a las cúpulas de todas las organizaciones, la violencia podría aminorar en algunas zonas e incrementarse en otras regiones del país, señala el reporte, sucedió una noche de octubre del 2015, muy cerca de la Garita de Otay, por la calle Fray Junípero Serra casi pegado a la línea.
 
Un grupo de agentes de la Policía Federal con apoyo del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, irrumpieron en una bodega donde desde días atrás entraban y salían camiones de carga. Encontraron en el piso interior un compartimento donde se ingresaba a un túnel, al avanzar comunicaba el lado mexicano con el estadounidense. Era un pasadizo de más de 800 metros de largo, tres de grosor, donde corría un sistemade vías de ferrocarril. Por ahí estaban apilados empaques de marihuana que en conjunto sumaban 10 toneladas.
 
Hubo 16 detenidos quienes declararon que la obra que conectaba de forma clandestina Tijuana con San Ysidro, era propiedad del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Era la primera vez que la autoridad daba un golpe a esta organización en la zona y que obtenía indicios de sus operaciones en la frontera. Días después Perla Ibarra Leyva, procuradora de justicia de Baja California, declaró que no estaba comprobada la existencia de esa organización en el estado. Pese a ello testimonios de detenidos del grupo de los Arellano Félix como del Cartel de Sinaloa, han reconocido que empezaron a traficar para la organización que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, “el Mencho”.
 
Desde abril del 2015 se tenían indicios de la presencia de células del CJNG en Tijuana, cuando aparecieron las primeras mantas dejadas en puentes peatonales y vehiculares, todas signadas como Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNJ). Durante el año pasado diversas declaraciones de pistoleros detenidos, difundidas por la prensa local, hacían referencia a que por lo menos dos células de esta organización estaban establecidas en la ciudad.
 
La expansión del Cartel de Jalisco Nueva Generación a regiones del país fuera de la zona geográfica de Tierra Caliente, será una tendencia que continuará durante el año 2016, distribuido entre sus suscriptores. Las redes bajo control de Oseguera Cervantes y sus cuñados los Valencia González, conocidos como “los Cuinis”, ha alcanzado una expansión en zonas que históricamente controlaba Sinaloa y Tamaulipas, como Tijuana, Baja California y Veracruz. En la frontera con San Diego se hacen llamar Cartel de Tijuana Nueva Generación (CTNG), y en el último año han presionado para llenar el vacío en la ciudad y arrebatar el control a los jefes de los grupos afines a Sinaloa.
 
En Tijuana el pasado sábado 23 de enero fue encontrado un mensaje contra los hermanos Alfonso y René Arzate García, líderes de la principal célula del cartel de Sinaloa identificados por los alias de “El Aquiles” y “la Rana”. Una caja de herramienta abandonada en un predio de la colonia Amparo Sánchez, tenía en el interior la cabeza cercenada de un individuo y al lado un texto firmado por “el señor Mencho y su jente”, donde advertían que seguiría la “limpia”.
 
Existen indicios que muestran que el Cartel de Jalisco Nueva Generación opera ya en San Luis Potosí y Zacatecas. En ambos estados la facción del Cartel del Golfo que encabezaba Iván “Talibán” Velázquez ha estado en permanente disputa con los Zetas por el dominio de la región. Ambos grupos han perdido poder en la zona desde 2012. El 2016 inicia con el CJNG en disputa contra los Zetas, y facciones del Cartel del Golfo, por el control en los estados de Veracruz, Tabasco y Guanajuato, señala la agencia.
 
De la “balcanización” a la “erosión” de los carteles.
 
Los medios de comunicación han tenido “un día de campo” con la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El personaje, la circunstancia y la información —que de manera planeada y con objetivos marcados—, el gobierno federal ha filtrado para definir una narrativa del caso, no ha dado espacio en la prensa nacional para analizar lo que ocurre en otras partes del país, donde las fisuras y luchas internas que los grupos de la delincuencia organizada han tenido en los últimos tiempos, han redefinido el mapa del narco en México.
 
Para el 2016 se prevé que las luchas internas continúen entre antiguos aliados, como ocurre entre las tres diferentes facciones del Cártel del Golfo, que pelean el corredor Reynosa, Río Bravo, Matamoros; y contra sus enemigos en común, los Zetas, tanto en Tamaulipas como en Veracruz. Existen indicios de que podría haber una consolidación en otras regiones de facciones afines al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), como en Michoacán.
 
Por la reconfiguración geográfica las tres “sombrillas”, Sinaloa, Tamaulipas y Tierra Caliente. En Sinaloa a la cabeza está la Federación bajo el liderazgo de Ismael “El Mayo” Zambada; segunda en importancia es la organización de los Beltrán Leyva con Fausto Isidro Meza “El Chapo” Isidro de líder, con sus socios los Mazatlecos al sur, y al norte Trinidad Olivas Valenzuela “el Chapo Trini” y Alfredo Sagid Emilio Quintero Navidad alias “el Cadete”. Mientras la Línea y Gente Nueva se disputan Chihuahua. 
 
En el caso de Tamaulipas se contempla al Cartel del Golfo y sus facciones, los Velázquez, los Metros y losCiclones. Sus enemigos acérrimos los Zetas, están en la misma “sombrilla” por ser también ésta su entidad de origen. En Tierra Caliente se ubica al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Caballeros Templarios, la Familia, Guerreros Unidos, los Rojos, el Cartel Independiente de Acapulco (CIDA), y los Viagra. Estos son grupos que han mutado de nombre en los últimos tiempos aunque sus zonas geográficas siguen siendo las mismas.
 
En los últimos 25 años las pugnas y guerras internas entre los grupos criminales se han convertido en la fuerza que ha marcado regiones, rutas y fronteras del país. Desde que en 1989 desapareció el Cartel de Guadalajara, con la detención de su líder Miguel Ángel Félix Gallardo, quien controlaba la mayor parte del país, las diferentes organizaciones que surgieron se han definido de forma compactaen sus geografías y han tejido redes criminales regionales.
 
La “balcanización” de los grupos de tráfico de drogas, ha continuado por más de dos décadas y ha significado que existan un mayor número de grupos criminales. La gran mayoría en los últimos tiempos han tenido reconfiguraciones internas. Por su importancia a nivel nacional hasta hace unos años se habló de la antigua Federación, con el Cartel de Sinaloa como grupo hegemónico; y el Cartel del Golfo, y su mayor escisión, los Zetas. La muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009 trajo como consecuencia el surgimiento de diferentes grupos como la Resistencia; la caída en 2010 de Ignacio “Nacho Coronel” se tradujo en el surgimiento del Cartel de Jalisco Nueva Generación, organización que ha tenido el mayor crecimiento e importancia estratégica en la zona de Tierra Caliente.
 
Desde la fractura del cártel del Golfo en 2010 cuando se escindieron los Zetas, solo dos organizaciones se han mantenido cohesionadas. Una ha sido Sinaloa, y la otra los mismos Zetas cuando el poder lo tenía el grupo de militares desertores. Hasta hace poco tiempo ningún grupo criminal contemplaba reducir su poder y descentralizarse. 
 
Antes de 2012 Sinaloa y Tamaulipas y sus grupos de base dominaban por completo el crimen organizado. Pero surgió la “balcanización” y trajo un nuevo escenario con los grupos criminales que tomaron mayor importancia en la región de Tierra Caliente, como el caso del CJNG. Esto se tradujo en un cambio en la dinámica de seguridad atenuando los focos en el suroeste del país. Por esta razón en los últimos años las fuerzas armadas han tenido que desplazar numerosos efectivos en operativos especiales en Guerrero, Michoacán y Jalisco.
 
El regreso de los clanes.
 
La ofensiva del gobierno federal contra el Cartel de Jalisco Nueva Generación, tras la repercusión mediática por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y las elecciones federales de junio del 2015, se tradujo en la captura de uno de los altos mandos de la organización, Iván Cazarín Molina, brazo derecho del “Mencho”.
 
No solo la parte operativa, también la financiera del CJNG tuvo bajas. En marzo del 2015 Abigael González Valencia “el Cuini”, fue detenido en Puerto Vallarta. Hace unas semanas en los primeros días de enero cayó su hermano Elvis González Valencia, cuando convalecía por heridas de arma de fuego en una clínica de Guadalajara. Los “Cuinis” son los hermanos José Luis, Gerardo, José María, Ulises Giovanni y Edgar González Valencia. Su hermana Rosalinda González Valencia está casada con Antonio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder de la organización. Es el regreso de los clanes, como en otro tiempo fueron los Arellano Félix en Tijuana, o como en Sinaloa son los hermanos Guzmán Salazar y Guzmán López, hijos del Chapo.
 
El CJNG podrá continuar expandiéndose y podría continuar cohesionado a lo largo de este 2016, sin embargo la agencia no descarta posibles reconfiguraciones hacia finales de año si las fuerzas federales continúan golpeando con éxito a la cúpula de la organización.
 
Desde la expansión del Cartel del Golfo a Veracruz en 2008, que dejó territorios en “herencia” a los Zetas tras la ruptura del 2010, no se veía una reconfiguración como la que implica el dominio paulatino en el estado del CJNG. Podría ocurrid un declive del poder del CJNG en Tierra Caliente con sus grupos de base, los cuales por su cuenta se expandirán en 2017.
 
En el caso del Cartel de Sinaloa bajo el mando de Ismael “el Mayo” Zambada, lo que ha caracterizado a la organización es la descentralización del poder en los últimos tiempos. La fuga del Chapo Guzmán puso la mirada sobre el poder del narco, lo que provocó que la presión a nivel internacional cayera sobre Enrique Peña Nieto para resarcir el daño.
 
Joaquín “El Chapo” Guzmán en libertad repercutió en que las diferencias que surgieron entre los grupos al interior, incluido los hombres de su red, se solventaran. Versiones sobre la muerte de varios escoltas de Aureliano Guzmán Loera, su hermano, publicadas por la prensa sinaloense en diciembre pasado, podría ser indicativo de que hubo pugnas internas.
 
En el escenario de este año se prevé que Tamaulipas pierda liderazgo. Recuerda que los Zetas comenzaron el 2015 reforzando su disputa contra la facción de los Talibanes en Zacatecas. El año pasado fue el primero en que los Zetas, operaron sin que en sus filas hubiera algún militar desertor de la camada que fundó la organización. Esto se tradujo en que surgieron nuevos grupos locales y empezaron las rupturas con peleas internas en Veracruz, Tabasco y Oaxaca, lo cual se prevé siga durante 2016.
 
Aunque las rupturas y reacomodos no son del todo claros, la violencia es real, dice el reporte. Estas fracturas ocasionarán que sea poco probable que los grupos con base en Tamaulipas sigan creciendo durante 2016.
 
Durante el 2013 y 2015 el gobierno federal dio golpes severos a la cúpula de los Zetas. En julio se dio la captura de Miguel Treviño Morales, el Z-40; y en marzo siguiente cayó su hermano Omar Treviño Morales, el Z-42. Varios de los jefes criminales de los Zetas, capturados en la primera mitad del 2015, tenían su base en el noreste, en entidades como Tamaulipas y Nuevo León.
 
Tras estas capturas las fuerzas federales se enfocaron en Veracruz y Tabasco. En noviembre pasado en Querétaro detuvieron a Alejandro Castro Alonso alias “el Picoreta”, jefe regional de los Zetas y encargado de operaciones para Veracruz, Oaxaca, Puebla, Chiapas y Campeche.
 
Se considera que el Cartel del Golfo podría aprovechar la debilidad de los Zetas y tomar el control de sus zonas en Tamaulipas, lo que repercutirá en un posible repunte de la violencia en la zona sur del estado.
 
El informe no se detiene en el incremento de la beligerancia de los grupos que pelean en Guerrero, Morelos y Estado de México, como la Familia, los Rojos, Guerreros Unidos, los Ardillos, Cartel Independiente de Acapulco, y la Barredora. Guerrero es una de las pocas entidades donde el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) no ha manifestado mayor presencia, pese a que en diciembre pasado circularon versiones de que se había hecho con el control total del puerto michoacano de Lázaro Cárdenas, contiguo a la Costa Grande del estado.

Cuando la Gente Nueva ejecutaron al famoso “El Ferras” junto a 34 personas mas en Veracruz

Cuando la Gente Nueva ejecutaron al famoso “El Ferras” junto a 34 personas mas en Veracruz

Felipe Ferra Gómez, "El Ferras", quien se convirtiera en una celebridad en YouTube hace algunos años, sería uno de los 35 ejecutados lanzados.
Cuando la Gente Nueva ejecutaron al famoso “El Ferras” junto a 34 personas mas en Veracruz
En una zona turística de Boca del Río, en Veracruz, cerca de la plaza comercial Las Américas, desde la tarde del martes, cuando se dio a conocer el hallazgo de 23 hombres y 12 mujeres, que se presume eran integrantes de "Los Zetas", EL FERRAS se convirtió en trending topic.
Pues se anunció a través del portal mundonarco.com y páginas de nota roja la muerte del mencionado, las víctimas, según una manta colocada junto a los cadáveres, habrían sido asesinados por el grupo Gente Nueva, brazo armado del Cártel de Sinaloa del "Chapo" Guzmán: "Aki yace el Ferras y su corte real", se leía en parte del texto.

El pasado lunes, el gobierno de Veracruz anunció que 32 reos se habían fugado de tres diferentes penales de la entidad, entre ellos el de La Toma, en Amatlán de los Reyes, donde permanecía recluido "El Ferras" y quien trascendió fue uno de los que habían huido.

De acuerdo con el Procurador Reynaldo Escobar Pérez, todos los ejecutados eran delincuentes, según la revisión hecha en Plataforma México, y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado.

El funcionario dijo que la información se obtuvo de manera rápida por el análisis de las huellas dactilares, aunque dejó claro que seguirán las indagatorias para dar con el paradero de quienes cometieron el crimen.
IMPACTO EN TWITTER
Algunos usuarios de esta red lamentaron la muerte de Felipe Ferra, "El Ferras", y enumeraron que cada vez son menos las "celebridades" de YouTube que quedan con vida.
Entre ironías y frases famosas, los twitteros recordaron a quien hace algunos años contó en video cómo mató a su compañero de crímenes, por el cual fue sentenciado a 33 años de cárcel.
" Narco, ya nos has quitado nuestra tranquilidad, nuestra seguridad, nuestra libertad de expresion y ahora te llevas a "El Ferras" que sigue?", escribió Alba Walker (@AlbaWk)
"hoy despedimos a un querido amigo entrañable y respetable "EL FERRAS" te recordaremos saaaaa saaaaaa saaaaaaaa", detalló Alejandro Muro (@c_alemu).
Armando Arce (@mandoarce) recordó: "Descanse en Paz Felipe Ferra Gomez "el ferras", victima de balas frias, autor del famosisimo "la bebes o la derramas".
"DESCANSE EN PEZ EL FERRAS gracias por tantas risas que nos diste", puso Iván Loza Arroyo (@patata17); mientras que Javier_af trajo al caso a otro personaje de la red: "Canaca murió sin sus 50mil pesos y el Ferras sin una cadena adiamantada como la que trae el señor y 500 pesos". 
 VERSIÓN FALSA EN REALIDAD ESTA MUERTO! 
Recapturan a “El Ferras”…no estaba muerto, andaba delinquiendo. 15/XII/11.- elementos deEjército Mexicano recapturaron a Luis Felipe Ferra Gómez, el famoso Ferras, que el 19 de septiembre de este año, se fugara del penal de mediana seguridad de La Toma, ubicado en Amatlán, Veracruz…el joven delincuente que saltara a la fama por un video subido a You Tube, donde narra de manera “harto jocosa” (y cínica), como realizó el crimen que lo llevó a la cárcel, fue reapresado en Río Blanco, Veracruz, en una casa de seguridad donde mantenían, junto con un cómplice, a una persona secuestrada, ahí mismo les aseguraron tres armas largas y un automóvil con reporte de robo.
De acuerdo a un comunicado de la Secretaría de la Defensa “La recaptura, se debió a un operativo montado por elementos castrenses en una vivienda de Río Blanco, luego de varios días de inteligencia, hasta que efectuaron el rescate del plagiado, que al parecer, se trataba de un taxista de la zona”…también en septiembre pasado, luego de la fuga masiva de reos, se especuló sobre su posible muerte, pues se pensó que se encontraba entre los 35 cadáveres que aparecieron tirados en Boca del Río debido a la presencia de una manta donde se leía; “Aquí Yace el Ferras con su Corte Real”…vaya con el siniestro personaje, como el Mio Cid, después de “muerto” sigue ganando batallas…mediáticas…

Empresarios de Guerrero piden armarse contra delincuencia


Empresarios de Guerrero piden armarse contra delincuencia





Empresarios de Guerrero piden armarse contra delincuencia© Proporcionado por Información Integral 24/7 S.A.P.I. de C.V. Empresarios de Guerrero piden armarse contra delincuencia
Ante los altos índices de criminalidad en varias partes de Guerrero, empresarios del puerto turístico de Acapulco, y Chilpancingo solicitaron a la Secretaría de la Defensa Nacional, autorización y capacitación para portar armas de fuego  ante actos delictivos en sus respectivos negocios. Desde hace meses diversos consejos empresariales en la entidad habían pedido a las autoridades una solución ante la ola delictiva y de violencia que azota a la entidad.
Tras una reunión en la Secretaría General de Gobierno, el titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Comparmex) – Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos anunció que a la fecha suman ya siete socios que han solicitado dichos permisos para hacer frente a los delincuentes, debido a que no tienen garantía de que las autoridades les brinden protección. Según el líder empresarial son ya 35 trabajadores facultados para portar un arma de fuego.
“Son siete propietarios de negocios de la capital del estado, ellos ven que la situación en Chilpancingo no ha cambiado y por autoprotección, de sus familias y patrimonio, pues han decidido tener armas en su propio local, y viven en la parte de arriba, por eso piden el uso de armas”, justificó el administrador de la Confederación.
Según declaraciones de Alarcón Ríos a la prensa tras el encuentro, la decisión de expandir dicha medida se derivó de que en lo que va de este año ya suman al menos cincos secuestros de socios, y unos 35 comercios han tenido que cerrar, incluso varios propietarios han decidido trasladarse a otra entidad.
Al ser víctimas de ataques, asaltos, secuestros y extorsiones, el empresario confió en que los próximos días tendrían respuesta de la Sedena, y demás autoridades federales y estatales para determinar la ruta de la campaña de registro de armas y adiestramiento para la autoprotección del gremio y su patrimonio.
Apenas en noviembre de 2015, representantes de diversos consejos empresariales en la entidad exhortaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno a replantear la estrategia de seguridad, y poner en marcha operativos para atender la situación de violencia que se registraban particularmente en el puerto de Acapulco, al acusar que “no sólo la Costera Miguel Alemán es Acapulco.
Aunque el gobierno de Guerrero ha respondido que armarse no es el “camino correcto para combatir la inseguridad”, los empresarios argumentan que las fuerzas de seguridad no son suficientes para combatir la violencia que se vive en la capital del estado, Chilpancingo, donde sólo hay 115 policías municipales certificados trabajando en los tres turnos.

miércoles, 27 de enero de 2016

el video que fue mandando a censurar por el gobierno

el video que fue  mandando a censurar por el gobierno

Da a conocer PGR detalles en vídeo de la última fuga de El Chapo, ‪#‎ÚltimaHora‬ Revelan nuevo viseo del ‪#‎Chapo‬ en el Altiplano.
El nuevo vídeo del Chapo Guzmán cual fue mandando a censurar por el gobierno
La fiscalía publica un vídeo de 19 minutos para explicar las labores de inteligencia que llevaron hasta su detención, por primera vez se ve cómo le toman las huellas y posa para un retrato de la ficha policial, el gobierno lo quiere censurar.
#‎BajoReservaExprés‬ La Procuraduría General de la República lanzó hoy un "cortometraje" sobre la fuga, persecución y recaptura de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.







martes, 26 de enero de 2016

Otorgan amparo contra hostigamiento al 'Chapo' Guzmán

Otorgan amparo contra hostigamiento al 'Chapo' Guzmán

CIUDAD DE MÉXICO (26/ENE/2016).- El juzgado decimotercero de distrito otorgó una suspensión para evitar el hostigamiento a Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Otorgan amparo contra hostigamiento al 'Chapo' Guzmán
Líder del Cártel de Sinaloa, quien se encuentra preso en el penal del Altiplano, Juan Pablo Badillo, abogado del narcotraficante, indicó que el recurso surte efecto para que su cliente "no sea incomunicado, se le permita hablar con su abogado y se suspenda la tortura física y mental" a la que presuntamente es sometido en el penal.

Explicó que Guzmán Loera no descansa, pues se le despierta a cada hora en una celda que tiene luz permanente, según dijo en Radio Fórmula, Badillo aseguró que demostró "plenamente" su identidad como abogado de "El Chapo", luego de que las autoridades pusieron en duda que sea defensor legal del capo.


domingo, 24 de enero de 2016

Condenan a 7 años y medio al hijo de "El Señor de los Cielos"



Por el delito de lavado de dos millones de pesos de procedencia ilícita en el sistema bancario, un juez federal condenó a siete años y medio.
Condenan a 7 años y medio al hijo de
De prisión a Vicente Carrillo Leyva "El Ingeniero", hijo del desaparecido Amado Carrillo Fuentes "El Señor de los Cielos", la información indica que "El Ingeniero" ya apeló la sentencia ante un tribunal unitario, dicha sentencia incluye el pago de 82 mil 200 pesos de multa
De acuerdo al Juzgado Décimo Cuarto de Distrito en Procesos Penales Federales del DF, Carrillo Leyva habría realizado las operaciones ilícitas a través de depósitos bancarios por el orden de un millón 930 mil 357 pesos de 1998 al 2009, sin acreditar la procedencia legal de dicho efectivo.
De acuerdo a lo publicado por El Universal, Vicente Carrillo Leyva, detenido el primero de abril de 2009 mientras se ejercitaba.
En un parque de Bosques de las Lomas, es el primogénito del extinto capo Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, quien fuera el máximo líder del cártel de Juárez, y de Candelaria Leyva Cárdenas, carrillo Leyva era buscado por la Procuraduría General de la República (PGR) y la Interpol.
Por acopio de armas de fuego y municiones, transporte de cocaína y blanqueo de dinero, según datos de la Procuraduría General de la República (PGR), Vicente Carrillo nació en la ciudad de México el 19 de julio de 1976. Su padre murió el 4 de julio de 1997 después de salir de una cirugía plástica de alto impacto.
Carrillo Fuentes antes de morir le había ordenado no dedicarse al mismo negocio, por lo que lo envió a estudiar en universidades privadas en México, Suiza y España, y a decir del libro Con la muerte en en bolsillo, de María Idalia Gómez y Dario Fritz, Carrillo Leyva se encontraba bajo la protección de Juan José Esparragoza Moreno,
Vicente Carrillo Leyva mantuvo a flote las operaciones del cártel


viernes, 22 de enero de 2016

Descubren caja fuerte de Pablo Escobar y es robada poco despues

Descubren caja fuerte de Pablo Escobar y es robada poco despues

Los propietarios de la mansión que perteneció a Pablo Escobar ubicada en Miami denunciaron el robo de una caja fuerte.
 
Descubren caja fuerte de Pablo Escobar y es robada poco despues
Antes de la demolición el pasado martes. Afirman que desconocen el contenido de la caja fuerte que fue descubierta por los obreros mientras se realizaban los preparativos para la demolición, “Estaba en el piso, bajo el mármol y fue descubierta por nuestros obreros, pero antes de que pudiéramos retirarla.
 
Fue robada y estamos trabajando con la policía”, afirmó Jennifer Valoppi, quien junto a su marido Christian de Berdouare compró en 2014 la casa rosada, los propietarios de la mansión que perteneció a Pablo Escobar ubicada en Miami denunciaron el robo de una caja fuerte. 
 
La pareja también contrató a buscadores de tesoros profesionales y a una producción de documentales para que inspeccionaran la propiedad en busca de vínculos con el cártel de Escobar, antes de su demolición.

Se encontraron agujeros poco comunes en paredes y pisos, así como una caja fuerte que había sido sacada de su lugar en el suelo de mármol, comentó la periodista Jennifer Valoppi, esposa de De Berdouare.
 


Los vestigios de la guerra contra drogas que hicieron de Miami un lugar notable por su violencia y contrabando en la década de 1980, están siendo arrasados, y sus nuevos dueños ansiosamente han inspeccionado las ruinas en busca de los últimos rastros del reinado de Pablo Escobar.

El martes comenzó la demolición de una mansión de color rosa, ubicada frente al mar en Miami Beach, que fue propiedad del capo colombiano hasta que el gobierno estadounidense la incautó en 1987. Escobar falleció en un enfrentamiento con la Policía Nacional en 1993.

“Me emociona ver cómo desaparece ante nuestros ojos la casa del demonio”, dijo el nuevo dueño de la propiedad, Christian de Berdouare, quien es propietario de la cadena de comida rápida Chicken Kitchen.

“Este fue el mayor criminal en la historia del planeta. Quisiera estar asociado con algo más optimista, pero es parte de la ciudad”, comentó.
 


Pese a que la mansión estaba registrada bajo el nombre de Escobar, se desconoce si pasó algún tiempo en Miami Beach.

En la cúspide de su reinado, Escobar fue uno de los hombres más ricos del mundo, con un cártel que distribuyó la gran mayoría de la cocaína introducida a los Estados Unidos. El recientemente recapturado narcotraficante mexicano, Joaquín “El Chapo” Guzmán, siguió con la expansión de Escobar y diversificó el negocio de la cocaína con otras drogas, incluyendo metanfetaminas, heroína y marihuana.

Con casi 603 metros cuadrados (6.500 pies cuadrados, la mansión de cuatro recámaras construida en 1948 hubiera sido un lugar modesto para el “Rey de la Cocaína”, cuya fortuna ascendía a miles de millones de dólares. El vecindario rodeado por palmeras alberga a residentes como Barry Gibb, vocalista de los Bee Gees, y otras celebridades que han construido enormes residencias detrás de los elevados muros.

La casa tiene un acceso sin restricciones a la Bahía Vizcaína, cerca de los rascacielos de la ciudad. Un antiguo vecino le dijo a De Berdouare que recuerda haber visto a menudo lanchas rápidas que llegaban y salían a la vivienda.

También recuerda ruidosas fiestas y a un hombre de bigote que viajaba acompañado de una flota de vehículos y hombres armados.

“Creo que utilizaban un vecindario residencial como fachada para sus actividades ilícitas”, señaló De Berdouare.

Sin conocer la historia de la casa antes de adquirirla en mayo de 2014 por 9,65 millones de dólares, la esposa de De Berdouare insistió en que un monseñor católico romano bendijera la propiedad antes de iniciar los planes de modernizarla.


¿Quién es la diputada y supuesta amante de El Chapo Guzmán?

¿Quién es la diputada y supuesta amante de El Chapo Guzmán?


La última noche de 2015, el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmáncontaba los minutos para arrancar otro año como el hombre más buscado del mundo.
¿Quién es la diputada y supuesta amante de El Chapo Guzmán?
Después de su segunda fuga- a lado una mujer reflexiva que meditaba sobre “el tren de la vida”, sobre las personas que se “bajan” de los vagones. Y de las que suben, “De la misma forma se subirán otras personas, serán significativas: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida”, suspiraba la diputada Lucero Guadalupe Sánchez.
A través de su cuenta Facebook mientras la Procuraduría General de la República documentaba que el líder del Cartel de Sinaloa estaba ahí, con ella, en su distrito, en Cosalá, así lo informó la procuradora, Arely Gómez, en una entrevista que precedió a la detención de la legisladora, de 26 años.
La más joven que había visto el estado y quien hoy declara ante el Ministerio Público Federal por una averiguación previa que data de un año atrás, cuando Sánchez supuestamente utilizó una identificación falsa para visitar al capo en el penal del Altiplano.
Lucero Guadalupe llegó al congreso local con casi nula experiencia política. Perteneció a las filas juveniles del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de buenas a primeras fue impulsada como candidata a una diputación. Fue en una alianza del Partido Acción Nacional (PAN) con los izquierdistas PRD y PT, pero su principal “palanca” fue el presidente de los panistas sinaloenses en el momento: Edgardo Burgos Marentes.
Burgos renunció al partido después de que se supo de la visita de la diputada al Altiplano, misma que ella negó y después confirmó su abogado.
La relación sentimental con Guzmán, de 57 años, con la joven legisladora de larga cabellera castaña y labios gruesos, ex gerente de compras de la empresa de bienes raíces Enigma, fue divulgada el año pasado por Ricardo Alemán, un columnista a quien el gobierno mexicano filtra constantemente información.
“Se sabe poco de los hijos de El Chapo”, escribió Alemán. “ Lo que sí se sabe es que el menor de los vástagos de El Chapo es hijo de Lucero Guadalupe Sánchez López… De igual manera se sabe que por la influencia de El Chapo en el municipio de Cosalá, la señora Sánchez López fue convertida en diputada al Congreso estatal”.
Según el periódico capitalino Excélsior, Sánchez habría conocido a “El Chapo” en 2013 en una fiesta organizada en El Triángulo Dorado a la que acudieron ambos. Meses después fue asesinado a balazos el ex esposo y padre de dos hijos, Rubén Chávez, de 27 años.
La diputada ha negado rotundamente la relación sentimental con Guzmán Loera, quien está casado con Emma Coronel desde 2007 y tiene dos hijas gemelas. En la tercera y última ocasión, Sánchez lo negó en plena la tribuna del congreso de Sinaloa donde se refirió al tema como “filtraciones burdas y ridículas” y pidió a la PGR una cita para declarar “si he cometido algún delito”.
Y ahí está ahora, en la PGR.


jueves, 21 de enero de 2016

la caida del mochomo

                            

La caída El Mochomo" fue el fin de la alianza de la Federación de Sinaloa

La guerra comenzó un lunes. El 21 de enero de 2008. A bordo de vehículos Hummer, y con fuerte artillería pesada.
La caída de
Mas de 300 elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del ejército mexicano, GAFE, se posicionaron en los alrededores de una residencia ubicada en la colonia Burócratas, de Culiacán. Según la Secretaría de la Defensa, una llamada anónima había indicado que el menor de los hermanos Beltrán, Alfredo, alias El Mochomo.
Esperaba en ese domicilio un cargamento de dinero destinado a solventar compromisos pendientes con sus socios colombianos. Según la declaración de un narcotraficante conocido como El 19 —que se integró al programa de testigos protegidos bajo la clave “Jennifer” (PGR/SIEDO/UEIDCS/0241/2008).
El ejército había obtenido la ubicación de El Mochomo a través de un militar que logró infiltrarse en su círculo cercano, y al que se conocía como El Chamaco. “El Chamaco logró llamar al GAFE para informar sobre la ubicación y las condiciones de baja seguridad”, relató “Jennifer”.

Los militares tuvieron que posponer el operativo durante 10 horas, porque detectaron a unos hombres en la azotea de la casa. Cerca de la madrugada, el portón se abrió. Salió una camioneta BMW de color blanco, con cuatro hombres a bordo. Los soldados de elite les cerraron el paso. Los tripulantes se entregaron sin hacer un solo tiro. Dentro de la casa había 900 mil dólares, 11 relojes finos, un AK-47 y ocho armas cortas. Un corrido informó al día siguiente: “El Mochomo era el hombre de confianza / que el cártel necesitaba / pero el 21 de enero su carrera le cortaban”.
La noticia de la detención de Alfredo Beltrán Leyva, uno de los cabecillas de la poderosa organización en ese momento de los Beltrán Leyva que rivalizaba en poder de sus socios del cártel de Sinaloa, dirigido por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, fue presentada como el golpe más importante realizado hasta entonces por el gobierno en la guerra contra el narco que Felipe Calderón había decretado. En la Procuraduría General de la República, y concretamente en la Subprocuraduría General de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, SIEDO hoy SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada), provocó un terremoto. La célula dirigida por los hermanos Héctor, Alfredo y Arturo Beltrán Leyva había vulnerado las estructuras más altas de esa institución, a través de pagos mensuales de entre 150 y 450 mil dólares, según demostró luego la llamada Operación Limpieza: funcionarios del mayor nivel de la SIEDO realizaban detenciones, cateos y filtraciones, en beneficio del cártel.


FOTO/ El Mochomo durante su detención

Aquel día varios servidores públicos se paseaban nerviosos. Habían recibido informes de que El Mochomo iba a ser detenido, pero “en la SIEDO nada podían hacer para evitarlo”. Esperaban que los operadores de Arturo Beltrán los llamaran a cuentas.

Fueron llamados ese mismo día. Uno de los principales lugartenientes del grupo, Sergio Villarreal, El Grande, se reunió con el director de Inteligencia de la SIEDO, Fernando Rivera, así como con los comandantes Milton Cilia y Roberto García. Según la declaración que Rivera rindió poco después en calidad de testigo protegido, bajo la clave “Moisés”, El Grande les dijo que Arturo Beltrán Leyva estaba encabronado: “Quería saber a quién iba a matar. Todos recibían dinero de él y nadie le avisó de la detención de su hermano”.

Los funcionarios le explicaron que no habían trabajado ese asunto, “que era un asunto del GAFE, del alto mando de la Sedena”. El Grande exigió la lista de los militares que habían tomado parte en el operativo, así como los “informes originales” de la detención. El director Rivera se comprometió a obtenerlos. No sólo eso: de acuerdo con la declaración de “Jennifer”, antes de las dos de la tarde había entregado los reportes militares, el nombre del infiltrado que había proporcionado la información a los GAFES, las copias completas de las declaraciones que El Mochomo había rendido ante la SIEDO… y un croquis que señalaba el sitio exacto en donde el capo se hallaba recluido.

Rivera informó que “de las 11 de la noche en adelante ya no iban a estar presentes las fuerzas especiales del ejército, y que sólo quedarían custodiando el inmueble 11 agentes de la Agencia Federal de Investigaciones, AFI”. Le dijo a El Grande que “con la entrega de un millón de pesos para los AFIS, así como de tres millones que serían entregados a Fernando Rivera y su gente, se lograría neutralizar al conjunto de guardia y permitir que una camioneta blindada rompiera la reja de acceso a la SIEDO”.

El Grande —relata la averiguación previa SIEDO/UET/6668/2008—, calculaba reunir a unas 150 personas para realizar el asalto. Sin embargo, al sopesar los riesgos, decidió cancelar la operación. Alfredo Beltrán Leyva fue recluido en el penal de Puente Grande.

La captura de El Mochomo provocó una escisión en el cártel de Sinaloa. Existe la versión de que El Chapo negoció la captura del menor de los Beltrán, a cambio de la liberación de su hijo, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, alias El Chapito, quien se hallaba recluido en el penal del Altiplano desde 2005: a sólo tres meses de la caída de El Mochomo, El Chapito fue liberado.

Otra versión señala que Arturo Beltrán se entrevistó con El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada para pedirles que le ayudaran a rescatar a su hermano. Los jefes del cártel le pidieron tiempo, pero en una segunda reunión le explicaron que “no había condiciones” para efectuar el rescate. El Mochomo debía ser “sacrificado”.

Se cree que en el narcotráfico las alianzas de sangre son indestructibles. El Mochomo estaba casado con una prima de El Chapo. Arturo Beltrán, sin embargo, salió de aquella reunión con la idea de que la alianza se había roto. A partir de ahora iba a cobrar muerte por muerte, detención por detención. El Chapo y El Mayo lo supieron. Quisieron adelantarse.

A fines de abril de 2008, el mismo mes en que El Chapito fue liberado, ocurrió una balacera en la colonia Guadalupe, de Culiacán. Una casa, en la que presuntamente se encontraba uno de los hijos de Arturo Beltrán, fue atacada por elementos de la Policía Federal, apoyados por policías locales. Murieron cinco escoltas y dos agentes ministeriales. Arturo Beltrán acusó a los federales de servir de brazo armado a los intereses de El Chapo y ordenó a su gente asesinar policías donde los encontraran. Hizo colocar narcomantas en las que podía leerse: “Policías, soldados, para que les quede claro, El Mochomo sigue pesando. Atte. Arturo Beltrán Leyva”. Y también: “Soldaditos de plomo, federales de paja, aquí el territorio es de Arturo Beltrán”.

Un día después de la balacera en la colonia Guadalupe, cuatro agentes de la Policía Federal Preventiva, PFP, murieron acribillados cuando patrullaban el centro de Culiacán. En Imala, dos policías municipales fueron ejecutados. A lo largo de la ciudad se verificaron ataques contra policías locales. La PFP concentró 800 agentes en la plaza de Sinaloa.

De ese modo terminó abril, el mes en que se soltaron los demonios y comenzó el enfrentamiento que a lo largo de 2008 dejó en la entidad un saldo de mil 156 ejecuciones.

La infiltración

El 7 de mayo de 2008 un retén de la Policía Federal fue instalado en el kilómetro 95 de la Autopista del Sol. La PFP (Policía Federal Preventiva, hoy simplemente Policía Federal PF) acababa de recibir una información filtrada por El Mayo Zambada: un convoy en el que viajaba Arturo Beltrán cruzaría en cualquier momento por aquel sitio. El encargado de coordinar la captura fue el director regional de la PFP, Édgar Eusebio Millán. El dato proporcionado por los Zambada resultó bueno: cinco vehículos sospechosos salieron del Hotel Motel Rosales, en donde Arturo Beltrán acababa de tener una reunión. Los agentes les marcaron el alto. Los integrantes del convoy respondieron a tiros. Inició una persecución que terminó en Xoxocotla, con varios autos destrozados, la captura de nueve sicarios y dos agentes federales muertos. La camioneta en que viajaba Arturo Beltrán logró evadir el cerco: uno de sus escoltas impactó una patrulla para abrir paso a su jefe.

El Mayo Zambada, sin embargo, había contemplado esa posibilidad. Los datos que filtró a la PFP indicaban los domicilios del estado de Morelos en los que Beltrán Leyva podría refugiarse. El inspector de operaciones Édgar Enrique Bayardo, el funcionario que había recibido la filtración —y operaba como contacto de El Mayo al interior de la PFP—, se comunicó con el jefe antidrogas de la corporación, Gerardo Garay, y le dijo: “Tenemos ubicados varios domicilios aquí en Morelos. Estamos concentrados y listos para entrar”.

El jefe antidrogas lo detuvo en seco: “Paren todo. Regresen de inmediato a la ciudad de México”.

Cinco meses antes, a través de una supuesta intercepción telefónica, el director de Combate a la Delincuencia Organizada de la PFP, Roberto Velasco, había ubicado a Beltrán en una mansión de la calle Escarcha, en el Pedregal de San Ángel.

Velasco le comunicó al jefe antidrogas: “La gente está colocada en puntos estratégicos”. Pidió luz verde para poner en marcha la detención.

Pero Garay se negó a dar la orden: “Aguanten. Vamos a esperarnos para más adelante”.

De acuerdo con la declaración ministerial de un testigo protegido, el agente de la División Antidrogas, Fidel Hernández (PGR/SIEDO/UEIDCS/359/2008), las indicaciones de Garay fueron criticadas por su subalterno: “Pero jefe, tengo evidencia de que Arturo Beltrán se encuentra aquí”.

Garay, sin embargo, insistió: “Desmonten el servicio”.

Édgar Millán, el hombre que había dado caza a Arturo Beltrán en el camino a Xoxocotla, fue ejecutado horas después de la persecución, cuando llegaba a casa de sus padres en un edificio ubicado en la calle de Camelia, en la colonia Guerrero. Aunque sólo un puñado de personas tenía acceso a sus itinerarios, una filtración surgida de las mismas filas de la PFP, a través del agente José Antonio Montes Garfias, puso en manos de Beltrán la ubicación del sitio al que el jefe policiaco iba a dirigirse. La orden fue fulminante: Millán debía ser eliminado...
El agente Montes Garfias abrió el casillero del funcionario y sustrajo las llaves de la casa donde vivían los padres de éste. Entregó un duplicado —así como 40 mil pesos y 75 gramos de cocaína— a un gatillero de baja monta, Alejandro Ramírez Báez, quien integró un comando formado por cinco personas. Los sicarios aguardaron a Millán en el garaje del edificio. Habían apagado las luces. Cuando el jefe policiaco cruzó el portón, le metieron 11 tiros. (El sicario Ramírez Báez fue sometido por los escoltas de Millán. De ese modo se desanudaron los hilos de la trama.)

Una semana antes, Roberto Velasco, el hombre que tendió el cerco de la calle Escarcha, había sido asesinado en una calle de la colonia Irrigación. La verdadera venganza de Arturo Beltrán llegó, sin embargo, 24 horas después de la balacera en Xoxocotla. Sucedió del otro lado del país, el 8 de mayo de 2008, la noche en que cinco camionetas rodearon a Édgar Guzmán, otro de los hijos de El Chapo, en el estacionamiento del City Club, un centro comercial de Culiacán, Sinaloa.
En la ejecución se dispararon 500 tiros y se accionó un lanzagranadas. Las ráfagas destrozaron paredes, vidrios y vehículos. Además del hijo de El Chapo, fueron abatidos un sobrino del narcotraficante, César Loera, así como el hijo de una lavadora de dinero a la que la DEA había bautizado como La Emperatriz.
Édgar Guzmán abatido FOTO: Noroeste

En Culiacán se desató la psicosis. Los medios locales no se animaron a dar la noticia. Sólo lo hicieron dos días después, atribuyendo la información a diarios y agencias informativas de la ciudad de México. La sangre del hijo de El Chapo seguía húmeda en el suelo, escribe un testigo, cuando corrió la versión de que el jefe del cártel de Sinaloa había jurado borrar de la faz de la tierra a los Beltrán: de la célula que dirigían no iba a quedar piedra sobre piedra.

En menos de un mes, sin embargo, El Chapo asimiló dos nuevos golpes. Filtraciones de los servicios de inteligencia de los Beltrán ocasionaron la detención de uno de sus primos, Alfonso Gutiérrez, tras una cruenta balacera en una colonia de Culiacán, y de un sobrino, Isaí Martínez, en las inmediaciones de un fraccionamiento de esa ciudad.

El asesinato del hijo de El Chapo formaba parte de la misma embestida que provocó la muerte de los jefes policiacos Millán y Velasco.

Millán, el comandante acribillado en casa de sus padres, había sido el “cerebro” del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en las operaciones antinarco. Su muerte ocasionó un cambio en la estructura de mando de la PFP. Genaro García Luna colocó en su lugar, con el cargo de Comisionado, a un viejo amigo y compañero del Cisen, con el que había colaborado estrechamente a su paso por la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI): Gerardo Garay, el jefe antidrogas que en dos ocasiones había congelado los operativos de captura de Beltrán Leyva.

Garay duró sólo unos meses en el puesto. El 15 de octubre de 2008, una nueva filtración del grupo de El Mayo, colocada en manos de su contacto, el inspector Édgar Enrique Bayardo, movilizó a la Policía Federal. En una lujosa residencia del Desierto de los Leones, en la que había un zoológico privado con panteras, tigres siberianos y leones, iba a celebrarse una narcofiesta a la que asistiría Mauricio Harold Poveda, el principal socio colombiano de Arturo Beltrán.

En la declaración que rindió cuando se descubrió que El Mayo Zambada le pagaba hasta 500 mil dólares por cada enemigo detenido, el inspector Bayardo relató la forma en que se llevó a cabo el operativo. El comisionado Garay dejó escapar a Harold Poveda, pero detuvo al resto de los invitados. Luego, alineó a 30 prostitutas contra la pared, seleccionó a cuatro, ordenó prender la caldera del jacuzzi, pidió cocaína para las muchachas, invitó a uno de sus subalternos a “darse un baño” y cerró la puerta de la sala.

“¡Ahora sí comenzó la fiesta!”, dijo.

Antes de sumergirse en ella, el comisionado hizo que sus agentes obtuvieran los domicilios de los colombianos detenidos y fueran a revolverlos en busca de dinero. El narcotraficante Mauricio Fino, El Gaviota, se ofreció a entregar 500 mil dólares que, dijo, tenía guardados en su departamento. Bayardo fue el encargado de ir a recoger el dinero. Volvió a la casa con las fajillas metidas en dos bolsas que tenían estampada la figura de Winnie Pooh.

Según la declaración PGR/SIEDO/359/2008, cuando Garay salió del jacuzzi, desvelado y con aliento alcohólico, oyó ladrar a un bull dog que, estimaron los agentes, “valía también un chingo de dinero”. El funcionario de la PFP solicitó: “Pónganmelo para llevar”.

No existen datos sobre la forma en que Arturo Beltrán Leyva registró el golpe asestado por El Mayo a sus socios colombianos. Pero cinco días después de la narcofiesta, en la partida de ajedrez que las filtraciones de ambos bandos desataban, una llamada anónima llegó a la PGR. “En el domicilio ubicado en la calle Wilfredo Massieu número 430, colonia Lindavista, hay varias personas armadas y son narcotraficantes. Es gente de El Mayo Zambada y si van los pueden detener”. A la una la tarde del 20 de octubre, la SIEDO rodeó la casa y comprobó que en su interior se hallaban pertrechados el hermano menor de El Mayo, Jesús El Rey Zambada, y un hijo de éste, Jesús Zambada Reyes.

El Rey Zambada comprendió de inmediato que no tenía salida. “Me voy a rifar”, dijo. Sus gatilleros abrieron fuego contra los agentes. Mientras las balas estallaban, El Rey marcó insistentemente al Unefón de su contacto, el inspector Bayardo. Quería que “su ahijado”, como le decía, le enviara refuerzos. “Nos estamos agarrando a chingadazos”, le dijo.

“Voy, padrino, voy”, contestó el inspector. Pero no alcanzó a llegar. Ni a ese domicilio, ni a ninguna parte. El número telefónico al que El Rey había marcado y las declaraciones que luego rindió Jesús Zambada Reyes, pusieron fin a la carrera de Bayardo. El inspector fue detenido cinco días más tarde y se acogió al programa de testigos protegidos. Sus declaraciones implicaron en la venta de protección al narcotráfico a los mandos principales de la Secretaría de Seguridad Pública, así como al círculo cercano al secretario García Luna. Entre otros funcionarios cayeron el comisionado Gerardo Garay, el jefe de Operaciones Especiales, Francisco Navarro, y el director de Análisis Táctico, Jorge Cruz.

Jesús El Rey Zambada durante su presentación a medios en la PGR

Como había ocurrido con la SIEDO, eran narcotraficantes los que filtraban informes y ordenaban capturas. Eran narcotraficantes los que tenían mando pleno al interior de la PFP.

El comisionado Garay fue acusado de servir a dos amos: al cártel de los Beltrán y al grupo de El Mayo Zambada. Un juez le decretó formal prisión en octubre de 2008.

Antes de ser asesinado un año más tarde en un Starbucks de la ciudad de México, el inspector Bayardo reveló las bases del acuerdo: recibir filtraciones, practicar intervenciones telefónicas, permitir que los operadores de los cárteles interrogaran a los enemigos capturados y, luego, presentar las detenciones “como logros de la PFP”.

El megacártel

En 1997, el ex chofer del general José Gutiérrez Rebollo, Juan Galván Lara, mencionó por primera vez en un expediente a los hermanos Beltrán Leyva (PGR/UEDO/226/97). Eran oriundos de Badiraguato, Sinaloa, y formaban parte “de las 11 gentes” que trabajaban de cerca con El Señor de los Cielos, Amado Carrillo. Según el chofer, controlaban la plaza de Mazatlán. Alguna vez, El Señor de los Cielos se había molestado con ellos porque estaban introduciendo droga sin su consentimiento: “Son chingaderas… se va a trabajar cuando yo lo ordene”...
El agente Montes Garfias abrió el casillero del funcionario y sustrajo las llaves de la casa donde vivían los padres de éste. Entregó un duplicado —así como 40 mil pesos y 75 gramos de cocaína— a un gatillero de baja monta, Alejandro Ramírez Báez, quien integró un comando formado por cinco personas. Los sicarios aguardaron a Millán en el garaje del edificio. Habían apagado las luces. Cuando el jefe policiaco cruzó el portón, le metieron 11 tiros. (El sicario Ramírez Báez fue sometido por los escoltas de Millán. De ese modo se desanudaron los hilos de la trama.)

Una semana antes, Roberto Velasco, el hombre que tendió el cerco de la calle Escarcha, había sido asesinado en una calle de la colonia Irrigación. La verdadera venganza de Arturo Beltrán llegó, sin embargo, 24 horas después de la balacera en Xoxocotla. Sucedió del otro lado del país, el 8 de mayo de 2008, la noche en que cinco camionetas rodearon a Édgar Guzmán, otro de los hijos de El Chapo, en el estacionamiento del City Club, un centro comercial de Culiacán, Sinaloa.
En la ejecución se dispararon 500 tiros y se accionó un lanzagranadas. Las ráfagas destrozaron paredes, vidrios y vehículos. Además del hijo de El Chapo, fueron abatidos un sobrino del narcotraficante, César Loera, así como el hijo de una lavadora de dinero a la que la DEA había bautizado como La Emperatriz.
Édgar Guzmán abatido FOTO: Noroeste

En Culiacán se desató la psicosis. Los medios locales no se animaron a dar la noticia. Sólo lo hicieron dos días después, atribuyendo la información a diarios y agencias informativas de la ciudad de México. La sangre del hijo de El Chapo seguía húmeda en el suelo, escribe un testigo, cuando corrió la versión de que el jefe del cártel de Sinaloa había jurado borrar de la faz de la tierra a los Beltrán: de la célula que dirigían no iba a quedar piedra sobre piedra.

En menos de un mes, sin embargo, El Chapo asimiló dos nuevos golpes. Filtraciones de los servicios de inteligencia de los Beltrán ocasionaron la detención de uno de sus primos, Alfonso Gutiérrez, tras una cruenta balacera en una colonia de Culiacán, y de un sobrino, Isaí Martínez, en las inmediaciones de un fraccionamiento de esa ciudad.

El asesinato del hijo de El Chapo formaba parte de la misma embestida que provocó la muerte de los jefes policiacos Millán y Velasco.

Millán, el comandante acribillado en casa de sus padres, había sido el “cerebro” del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en las operaciones antinarco. Su muerte ocasionó un cambio en la estructura de mando de la PFP. Genaro García Luna colocó en su lugar, con el cargo de Comisionado, a un viejo amigo y compañero del Cisen, con el que había colaborado estrechamente a su paso por la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI): Gerardo Garay, el jefe antidrogas que en dos ocasiones había congelado los operativos de captura de Beltrán Leyva.

Garay duró sólo unos meses en el puesto. El 15 de octubre de 2008, una nueva filtración del grupo de El Mayo, colocada en manos de su contacto, el inspector Édgar Enrique Bayardo, movilizó a la Policía Federal. En una lujosa residencia del Desierto de los Leones, en la que había un zoológico privado con panteras, tigres siberianos y leones, iba a celebrarse una narcofiesta a la que asistiría Mauricio Harold Poveda, el principal socio colombiano de Arturo Beltrán.

En la declaración que rindió cuando se descubrió que El Mayo Zambada le pagaba hasta 500 mil dólares por cada enemigo detenido, el inspector Bayardo relató la forma en que se llevó a cabo el operativo. El comisionado Garay dejó escapar a Harold Poveda, pero detuvo al resto de los invitados. Luego, alineó a 30 prostitutas contra la pared, seleccionó a cuatro, ordenó prender la caldera del jacuzzi, pidió cocaína para las muchachas, invitó a uno de sus subalternos a “darse un baño” y cerró la puerta de la sala.

“¡Ahora sí comenzó la fiesta!”, dijo.

Antes de sumergirse en ella, el comisionado hizo que sus agentes obtuvieran los domicilios de los colombianos detenidos y fueran a revolverlos en busca de dinero. El narcotraficante Mauricio Fino, El Gaviota, se ofreció a entregar 500 mil dólares que, dijo, tenía guardados en su departamento. Bayardo fue el encargado de ir a recoger el dinero. Volvió a la casa con las fajillas metidas en dos bolsas que tenían estampada la figura de Winnie Pooh.

Según la declaración PGR/SIEDO/359/2008, cuando Garay salió del jacuzzi, desvelado y con aliento alcohólico, oyó ladrar a un bull dog que, estimaron los agentes, “valía también un chingo de dinero”. El funcionario de la PFP solicitó: “Pónganmelo para llevar”.

No existen datos sobre la forma en que Arturo Beltrán Leyva registró el golpe asestado por El Mayo a sus socios colombianos. Pero cinco días después de la narcofiesta, en la partida de ajedrez que las filtraciones de ambos bandos desataban, una llamada anónima llegó a la PGR. “En el domicilio ubicado en la calle Wilfredo Massieu número 430, colonia Lindavista, hay varias personas armadas y son narcotraficantes. Es gente de El Mayo Zambada y si van los pueden detener”. A la una la tarde del 20 de octubre, la SIEDO rodeó la casa y comprobó que en su interior se hallaban pertrechados el hermano menor de El Mayo, Jesús El Rey Zambada, y un hijo de éste, Jesús Zambada Reyes.

El Rey Zambada comprendió de inmediato que no tenía salida. “Me voy a rifar”, dijo. Sus gatilleros abrieron fuego contra los agentes. Mientras las balas estallaban, El Rey marcó insistentemente al Unefón de su contacto, el inspector Bayardo. Quería que “su ahijado”, como le decía, le enviara refuerzos. “Nos estamos agarrando a chingadazos”, le dijo.

“Voy, padrino, voy”, contestó el inspector. Pero no alcanzó a llegar. Ni a ese domicilio, ni a ninguna parte. El número telefónico al que El Rey había marcado y las declaraciones que luego rindió Jesús Zambada Reyes, pusieron fin a la carrera de Bayardo. El inspector fue detenido cinco días más tarde y se acogió al programa de testigos protegidos. Sus declaraciones implicaron en la venta de protección al narcotráfico a los mandos principales de la Secretaría de Seguridad Pública, así como al círculo cercano al secretario García Luna. Entre otros funcionarios cayeron el comisionado Gerardo Garay, el jefe de Operaciones Especiales, Francisco Navarro, y el director de Análisis Táctico, Jorge Cruz.

Jesús El Rey Zambada durante su presentación a medios en la PGR

Como había ocurrido con la SIEDO, eran narcotraficantes los que filtraban informes y ordenaban capturas. Eran narcotraficantes los que tenían mando pleno al interior de la PFP.

El comisionado Garay fue acusado de servir a dos amos: al cártel de los Beltrán y al grupo de El Mayo Zambada. Un juez le decretó formal prisión en octubre de 2008.

Antes de ser asesinado un año más tarde en un Starbucks de la ciudad de México, el inspector Bayardo reveló las bases del acuerdo: recibir filtraciones, practicar intervenciones telefónicas, permitir que los operadores de los cárteles interrogaran a los enemigos capturados y, luego, presentar las detenciones “como logros de la PFP”.

El megacártel

En 1997, el ex chofer del general José Gutiérrez Rebollo, Juan Galván Lara, mencionó por primera vez en un expediente a los hermanos Beltrán Leyva (PGR/UEDO/226/97). Eran oriundos de Badiraguato, Sinaloa, y formaban parte “de las 11 gentes” que trabajaban de cerca con El Señor de los Cielos, Amado Carrillo. Según el chofer, controlaban la plaza de Mazatlán. Alguna vez, El Señor de los Cielos se había molestado con ellos porque estaban introduciendo droga sin su consentimiento: “Son chingaderas… se va a trabajar cuando yo lo ordene”...
Los Tres Caballeros

...A principios de 2005 un reportero sonorense, Alfredo Jiménez Mota, reveló en el periódico El Imparcial las operaciones de un grupo de narcotraficantes conocidos como Los Tres Caballeros: Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán. Según la investigación, controlaban el tráfico de drogas en Sonora, Chihuahua y Sinaloa, y se hallaban vinculados, a través de compadrazgos y otros lazos familiares, con la banda más poderosa de Sonora, que comandaba Raúl Enríquez Parra, El Nueve. El brazo operativo de Los Tres Caballeros estaba integrado por dos grupos delictivos, Los Güeros y Los Números. Los narcotraficantes habían heredado la estructura de un viejo amo de la región, Héctor El Güero Palma Salazar. Su presencia en la entidad databa de 1998. Disponían de pistas de aterrizaje (una de ellas se llamaba “Fumigaciones Guzmán”), así como de una flotilla de avionetas con las que sobrevolaban la entidad entre las 12 de la noche y las cuatro de la mañana. Recibían apoyo institucional “de los tres niveles de gobierno”.
La información del reportero Jiménez Mota procedía de un documento clasificado por la Secretaría de Gobernación que llevaba por título: “Los Tres Caballeros. Narcotráfico”. El documento señalaba que los Beltrán visitaban por separado la entidad, se alojaban en propiedades a nombre de terceras personas y eran protegidos en sus traslados por un ex comandante de la policía municipal de Cajeme, Carlos Sánchez, quien pertenecía “al primer círculo del director general de la Policía Judicial del estado, Roberto Tapia Chan”.

Los cargamentos de los Beltrán eran escoltados por patrullas de la judicial a lo largo de brechas y terracerías. En varias ocasiones habían logrado huir, a bordo de sus avionetas, de los operativos montados por el ejército.

Jiménez Mota desapareció en abril de 2005, poco tiempo después de publicar su reportaje. Acababa de decirle a una amiga que iba a entrevistarse con una de sus fuentes, “a la que había notado muy nerviosa”. Su cuerpo nunca fue encontrado. Sus superiores sabían que preparaba una serie de trabajos que involucraban a gente cercana al entonces gobernador de Sonora Eduardo Bours en la venta de protección a los Beltrán.

A la desaparición del reportero le siguió la muerte del narcotraficante Raúl Enríquez Parra, El Nueve. Lo hallaron en un predio, envuelto en una cobija. Sus verdugos lo habían torturado a rabiar. Luego arrojaron su cadáver desde una avioneta. Según la declaración del teniente de la Policía Municipal Jesús Francisco Ayala, las muertes del reportero y el narcotraficante estaban conectadas.

El periodista de El Imparcial, dijo el teniente, esperaba una grabación telefónica que ubicaba a Ricardo Bours, ex alcalde de Cajeme y hermano del gobernador del estado, como contacto institucional de los Beltrán Leyva en Sonora. El oficial señaló al procurador del estado, Abel Murrieta, al jefe de la Policía Estatal, Roberto Tapia Chan, al director de la policía de Navojoa, Luis Gastélum, como autores intelectuales del secuestro. El levantón habría sido realizado por órdenes de este último. Un grupo de policías municipales detuvo al reportero y lo entregó a Los Números (el grupo de Raúl Enríquez Parra). Según el testigo, la grabación que Jiménez Mota estaba aguardando contenía una charla entre el jefe de la Policía Estatal y el narcotraficante Raúl Enríquez Parra, en la que el hermano del gobernador era mencionado como protector de las mafias que operaban en la entidad.

Jesús Francisco Ayala había sido, durante dos años, chofer de Luis Gastélum. Había presenciado reuniones entre su jefe y El Nueve, en las que se determinó la muerte de diversos personajes. Un día sintió que sabía demasiadas cosas. Que Gastélum no iba a tardar en ir por él. “Había sido testigo de muchos de los encuentros donde se daban órdenes de eliminar gente”, le dijo al reportero Ricardo Ravelo. Decidió integrarse al programa de testigos protegidos.

El gobernador Eduardo Bours calificó de dolosa la versión que señalaba a su hermano. “No es posible que se le dé importancia y se señalen culpables”, dijo.

Cuando Joaquín López Dóriga dio a conocer el testimonio de dos mujeres secuestradas que habían escuchado una conversación telefónica entre sus plagiarios y el jefe de la policía, Roberto Tapia Chan, el infierno se desató. En sucesivas incursiones federales se incautaron ranchos y casas en los que, además de armas, autos y joyas, aparecieron leones y tigres. Una versión señala que Raúl Enríquez Parra fue acusado por los Beltrán de “calentar” la plaza y ordenaron su ejecución.

En términos formales, el gran debut de Los Tres Caballeros en la prensa ocurrió un mes después del asesinato del reportero de El Imparcial. Jiménez Mota se había quedado corto. Además de extender sus tentáculos en Sonora, Chihuahua y Sinaloa, los hermanos Beltrán dominaban 11 estados de la República. El arranque del sexenio de Vicente Fox había significado su época dorada. Operaban en Guerrero, Morelos, Chiapas, Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México y el Distrito Federal. Su poder tocaba incluso “la casa número uno de México”: habían logrado extender su poder a Los Pinos, a través de un oscuro personaje que coordinaba las giras presidenciales: Nahum Acosta Lugo...
El contacto en Los Pinos

...En febrero de 2005 la DEA registró una conversación telefónica entre Nahum Acosta y Arturo Beltrán Leyva. Acosta, un personaje de medio pelo en el PAN sonorense, había fungido como delegado del Instituto Nacional de Migración y se había visto envuelto en un escándalo de corrupción a resultas del cual el gobierno de Estados Unidos le retiró la visa. En 2001, sin embargo, el panista Manuel Espino lo recomendó como director de área en la coordinación de giras presidenciales. Cuando la DEA puso en manos de las autoridades mexicanas una grabación telefónica en la que Nahum alternaba créditos con Arturo Beltrán, el procurador Rafael Macedo de la Concha abrió una investigación que no tardó en ser filtrada a la prensa.

Por esos días la PGR atendió una denuncia anónima que indicaba que en Cerrada de la Loma 17, en el fraccionamiento La Herradura, Estado de México, se había detectado un movimiento de personas armadas, así como la presencia de los hermanos Arturo y Héctor Beltrán.
Los archivos de la SIEDO revelaron que aquel domicilio se hallaba engarzado con la detención de un narcotraficante en cuya agenda había aparecido el número de teléfono 52 94 41 11. Aquel número había sido asignado a la casa ubicada en Cerrada de la Loma 17. El contrato estaba a nombre de Clara Laborín, la esposa de Héctor Beltrán Leyva.

Las autoridades solicitaron una orden y catearon el domicilio. Los Beltrán se habían esfumado. Pero la policía encontró dos millones de pesos en joyas y varias camionetas BMW, entre otros vehículos blindados. Halló también una tarjeta de presentación a nombre de Nahum Acosta, una agenda telefónica en la que este funcionario aparecía bajo la leyenda “Presidencia”, y cinco audiocasetes en los que Héctor Beltrán había grabado diversas conversaciones con sus lugartenientes. En una de las cintas, Beltrán le pedía a cierto operador que entregara cinco mil dólares a Nahum. En otras grabaciones, Nahum Acosta se mostraba parlanchín y hablaba con Beltrán de sus actividades, las giras presidenciales, los lugares que había visitado y las enfermedades de sus hijos. Un día le contó que acababa de sobrevolar su casa en helicóptero; otro, lo urgió a que terminara cuanto antes “el negocio de Acapulco”.

El guardia de seguridad que cuidaba el fraccionamiento relató que los habitantes de la casa parecían muy ricos, que continuamente había entradas y salidas de hombres armados, y que hacía poco había ido de visita “alguien de la presidencia de la República, de apellido Nahum”, quien se había presentado como “del Estado Mayor Presidencial”.

Nahum Acosta fue acusado de filtrar información gubernamental de primer nivel al crimen organizado. Según el procurador Macedo de la Concha, las pruebas en su contra eran “serias y contundentes”. Se había comprobado que recibió los cinco mil dólares enviados por el capo. Por si faltara algo más, el número de Beltrán aparecía registrado en su celular.

Acosta se defendió diciendo que desconocía las actividades delictivas de Héctor Beltrán, y que sólo había visitado la casa de éste con intención de rentarla. El subprocurador, José Luis Santiago Vasconcelos, respondió: “Yo creo que ninguno de los servidores públicos que estamos actualmente desempeñándonos pudiera tener capacidad económica para rentar una de estas casas, con seis niveles y esta riqueza”. El sueldo de Nahum era de 79 mil pesos.

El escándalo colocó a los Beltrán en un rango de visibilidad que no habían tenido nunca. Paradójicamente, según Santiago Vasconcelos, sirvió para boicotear la investigación. A pesar de las pruebas “serias y contundentes” del procurador Macedo, un juez liberó 60 días después a Acosta “por falta de elementos para procesar”. Tiempo después, el PRD lo lanzaría como candidato a la alcaldía de Agua Prieta. Según el presidente de ese partido, Jesús Ortega, Nahum Acosta era inocente. “Esa es la verdad legal”, dijo...
El narcovideo

...En 2005 el brazo operativo del cártel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva, tenía frentes de batalla abiertos en todo el país. Embestía en el corredor del Golfo a Tony Tormenta, hermano de Osiel Cárdenas Guillén. Enfrentaba en Tijuana a los Arellano Félix. Disputaba en Chihuahua cada centímetro de territorio al cártel comandado por Vicente Carrillo y Nacho Coronel. Tenía el control absoluto de Sinaloa, Sonora, Coahuila y Durango. Su asociación con La Familia le había abierto, desde Michoacán, la ruta del Pacífico.

En los pliegues del estado de Guerrero, los Beltrán habían fincado uno de sus principales centros de operación. A cambio de un millón de dólares compraron los favores del subdirector operativo de la Policía Ministerial, Julio López Soto.

“Trabajaban sin problemas”, señaló el chofer de este jefe policiaco. Según se demostró después, controlaban también a los principales mandos de la AFI destacados en la zona. Su ala ejecutora, Los Pelones, conformada por 350 pistoleros, muchos de ellos reclutados en la Mara Salvatrucha, se movía con libertad por el estado, ostentando armas de grueso calibre.
Una mañana, el subdirector al que compraron los Beltrán fue levantado por Los Zetas. Tony Tormenta había enviado a 120 de ellos a disputar la plaza, con un mensaje de su lugarteniente, Gregorio Saucedo, El Caramuela: “Que les iba a rajar la madre a todos los pelones y a todos los que tomaron parte en la repartición del millón de dólares que le dieron a Julio, el subdirector, y que reciban un saludo del señor Goyo Sauceda”.

El lugarteniente de Arturo Beltrán, Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, tomó nota del mensaje y decidió devolver el saludo. Lo hizo con la ejecución prime time de uno de Los Zetas que llegaban de avanzada al territorio.

En mayo de 2005, tres ex militares procedentes de Nuevo Laredo fueron ubicados en Zihuatanejo por La Barbie. Un comando de hombres vestidos de negro, en cuyos uniformes aparecían las siglas de la AFI, los levantó. No les tomó mucho confesar que pertenecían al cártel del Golfo. Confesaron también que en la bahía de Acapulco los aguardaba uno de sus cómplices.

El Zeta que los esperaba en Acapulco iba a ser la estrella principal de un narcovideo que estremeció al país. Se llamaba Juan Miguel Vizcarra y había llegado a la bahía simulando pasar, en compañía de su novia, unas vacaciones. Vizcarra le había confesado a su pareja sus verdaderas intenciones: “Lo que hago es llevarme personas, y estamos aquí en Acapulco buscando gente del otro cártel; estamos buscando a unos tipos que entraron a nuestro territorio y asesinaron a miembros de la familia Zeta. Mi misión es llevarme a los responsables”.

Agregó: “Estamos en la boca del lobo, ya que si nos atrapa la policía, no nos llevarán a las autoridades, sino con los jefes de la organización”.

El 15 de mayo, el Zeta recibió dos llamadas. Al colgar la primera vez, dijo: “Atraparon a esos idiotas en Zihuatanejo”. Al colgar la segunda: “Estamos jodidos, ya atraparon a dos de mi destacamento… cuando atrapan a uno los atrapan a todos”.

Así fue. Vizcarra y su novia intentaron salir del hotel para volver a su estado. En la puerta los esperaban varios hombres con siglas de la AFI.

Esa madrugada —relata el semanario Proceso— el cártel del Golfo intentó comunicarse a la oficina del procurador general de la República. No hubo éxito. Dejaron un mensaje: “Los comandantes de las plazas de Acapulco y Zihuatanejo, el día de ayer, detuvieron a cinco Zetas, los cuales fueron entregados a gente de Arturo Beltrán… si éstos no son puestos a disposición en un término de 48 horas, desataremos una guerra contra estas dos plazas, no importando si hay agentes nuevos o viejos, incluso le levantaremos a la prensa nacional al titular de la AFI”.

Pero Los Zetas no fueron puestos a disposición: se los entregaron a La Barbie. A la novia de Vizcarra la dejaron ir.

Ese mismo día los miembros del destacamento fueron videograbados, con el rostro desfigurado a golpes, mientras respondían mansamente a los cuestionamientos lanzados por un interlocutor invisible. Hacia el final de la grabación, ese interlocutor, La Barbie, se acercó a Vizcarra con una pistola en la mano y le descerrajó un tiro en la sien: “¿Y tú qué, güey?”.

El narcovideo desató una investigación federal, puesta en marcha por el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, en la que resultaron involucrados un subcomandante de la AFI, un jefe regional y una decena de agentes. Los indiciados formaban parte del círculo de confianza del entonces director de la AFI, Genaro García Luna. Desató también una serie de ejecuciones en serie. En poco tiempo fueron asesinados un jefe de seguridad del Ayuntamiento y un teniente de corbeta que se había infiltrado entre Los Pelones. En julio de 2005 el ex procurador de Justicia, José Robles Catalán, fue tiroteado mientras desayunaba en el restaurante La Perla. En los tres meses siguientes se registró la desaparición de 27 tamaulipecos. A cuatro de ellos los enterraron vivos. Balaceras y persecuciones se volvieron moneda corriente en las calles del puerto: en enero de 2006, Zetas y Pelones se enfrascaron en una refriega que duró 30 minutos. Una tarde apareció un hombre descuartizado. Sus miembros habían sido repartidos en cinco bolsas de plástico. Junto a él, una cartulina: “Ahí está tu gente, aunque te proteja la afi, soldados y otras corporaciones, sigues tú Edgar Valdez Villarrreal (barbie), Arturo Beltrán Leyva, y tú, Lupillo, sigue riéndote que te voy a encontrar. Atentamente, La Sombra”...
El atentado

...La investigación abierta por el subprocurador general de la República, José Luis Santiago Vasconcelos, a raíz de la difusión del narcovideo de Acapulco, provocó que los operadores de Arturo Beltrán movieran sus piezas dentro de la SIEDO “para calmar las cosas”. Pero Vasconcelos seguía siendo una piedra en el zapato de Beltrán. Era él, precisamente, el que había llevado la indagatoria que reveló sus nexos con Los Pinos. Era él quien había manejado el caso del reportero Jiménez Mota, desatando la operación que cubrió de llamas el estado de Sonora.

Con el cambio de administración Santiago Vasconcelos había dejado la Subprocuraduría, para pasar al área jurídica y de asuntos internacionales de la PGR. El hombre que luego de 14 años en el combate a las drogas conocía como nadie las entrañas del narcotráfico en México quedó bajo la protección de un puñado de escoltas. Arturo Beltrán decidió que había llegado la hora de ajustarle las cuentas.
El 17 de diciembre de 2007 varias camionetas de lujo, una de ellas con placas de Estados Unidos, se instalaron en una calle del sur de la ciudad. Los encargados de un negocio de hamburguesas describieron a los individuos que las tripulaban como “hombres con facha de guardaespaldas”. Varias motos con antenas y equipos de comunicación se acercaron a ellos. De pronto, el grupo se desplazó hacia Fuentes del Pedregal. Tenía la misión de reconocer el terreno, la ruta que Santiago Vasconcelos cubría diariamente para llegar a su casa. El plan se frustró de manera fortuita. Esa madrugada, alertadas por la presencia sospechosa de las camionetas, 15 patrullas de la policía capitalina acordonaron la zona. Cinco sujetos fueron aprehendidos.

No se detuvo, sin embargo, la operación. Desertores del ejército habían desarrollado el plan y recomendado las armas necesarias para penetrar el alto blindaje de que estaba dotado el auto del ex subprocurador. Los Beltrán sabían que Santiago Vasconcelos llegaba a su casa a las 12 de la noche. Para evitar que ocurriera lo de la vez anterior, un nuevo comando abordó tres camionetas viejas, una de ellas modelo 1971. El plan consistía en cerrar el paso al convoy del funcionario, formado por cuatro autos, y accionar un lanzagranadas contra su vehículo. El resto del grupo bajaría entonces de las camionetas, vomitando fuego.

José Luis Santiago Vasconcelos no fue detectado por los pistoleros. Había decidido tomar, a partir de aquel día, unas vacaciones. El nerviosismo de uno de los sicarios llamó la atención de una patrulla, que se acercó para checar el vehículo. Adentro había tres hombres con armas largas y chalecos con las siglas FEDA (Fuerzas Especiales de Arturo).

Vasconcelos fue enterado de los planes de los Beltrán esa misma noche. El encargado de comunicarle la detención de los sicarios fue su sucesor en el cargo, Noé Ramírez Mandujano, que un año más tarde quedaría formalmente preso bajo cargos de cohecho y delincuencia organizada, acusado de recibir pagos de 450 mil dólares a cambio de poner a la SIEDO bajo las órdenes de los Beltrán...
La conexión Morelos

...22 de octubre de 2008. A las puertas de la Procuraduría de Justicia del estado de Morelos, tres vehículos aguardan la salida del subprocurador, Andrés Dimitriades Juárez. La orden es ejecutarlo. Dentro de las unidades hay 12 hombres, cada uno con un arma larga. El jefe del grupo es un agente de la Policía Metropolitana llamado Esteban Royaceli. Le dicen El Royal. Uno de los participantes en la ejecución —un agente apodado El Negro— relató más tarde: “De la Procuraduría nos iban a avisar cuando saliera el subprocurador Dimitriades, y como a las 10 de la noche nos avisaron que salió en un coche blanco, con dos escoltas. Se inició la persecución por la avenida Zapata”.

Dimitriades advirtió que lo iban siguiendo. Con el acelerador a fondo, tomó la carretera México-Cuernavaca, con dirección a Acapulco. Comenzaron a dispararle desde un Megane. Declaró El Negro: “Le pegaron un tiro al chofer y se estrelló contra una barda y allí fue cuando todos comenzaron a dispararle a Dimitriades”.
El mes anterior habían sido asesinados el director de la policía de Jiutepec, Jorge Alberto Vargas, y su chofer. El comando dirigido por Esteban Royaceli les dio el “cerrón” cuando salían de la casa del funcionario. Subieron a ambos a una camioneta y los llevaron a una casa de seguridad.
“Se le reclamó que si ya había arreglo, por qué no lo había respetado”, contó El Negro.

El jefe policiaco acababa de poner a disposición de Dimitriades a un grupo de pistoleros de los Beltrán, a los que había aprehendido en posesión de varias armas de fuego. El hecho de faltar al “arreglo” le valió ser torturado por dos horas, antes de que Royaceli se decidiera a asesinarlo. Su chofer fue ahorcado con un lazo. El Royal le cortó el dedo índice de la mano derecha, y se lo metió en la boca, enrollado en un billete de 20 dólares. Los dos cuerpos fueron abandonados en el camino a Temixco.

Según la investigación PGR/SIEDO/UEIDCS/166/2009, las ejecuciones habían sido ordenadas por Alberto Pineda Villa, El Borrado, uno de los principales operadores de Arturo Beltrán Leyva en la entidad. La pesquisa reveló que El Borrado y su hermano, Mario Pineda Villa, El MP, habían creado un ejército de gatilleros integrado por asesinos reclutados en las calles y cooptados en las policías locales.

Pero eso no se supo hasta tiempo después, cuando Royaceli y El Negro fueron detenidos en el Estado de México en momentos en los que conducían un cargamento de armas.

De momento, la ejecución de Dimitriades creó un clima de histeria en la entidad. El secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Ángel Cabeza de Vaca, fue criticado por no haber actuado para detener a los asesinos: en el 066 se habían recibido más de ocho llamadas reportando la balacera. Cuando la prensa le preguntó si existían datos de la presencia de los hermanos Beltrán en la zona, Cabeza de Vaca respondió: “En caso de existir la presencia del narcotráfico en el estado, la propia PGR realizará las investigaciones necesarias”.

Cabeza de Vaca pasaba por alto el reciente asesinato del director operativo de la Policía Ministerial, Víctor Enrique Payán. Lo habían encontrado en la cajuela de su auto, con tiro de gracia, lastimaduras en el cuello y un mensaje que rezaba: “Así les va a pasar a todos los que anden con Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Nacho Coronel”.

La noche del 5 de mayo de 2009 no quedó duda, en todo caso, de la penetración del narcotráfico en el estado. Una indagación de la Policía Federal culminó en una residencia ubicada a menos de 100 metros de la casa de gobierno del mandatario estatal, Marco Antonio Adame. En esa casa se verificaba una fiesta. Alguien había llevado un cerdo. Los invitados hacían carnitas. Elementos del grupo Indio recibieron la orden de entrar. Dos helicópteros iluminaron la fachada. Dos camiones de asalto blindados se detuvieron frente al portón. Los federales no hallaron al hombre que buscaban, Alberto Pineda Villa, El Borrado, pero detuvieron a sus tíos, y también a los padres de éste. Tenían 73 y 59 años, respectivamente. Tenían, también, seis armas largas y siete cortas.

La abogada Raquenel Villanueva fue contratada para defenderlos (sería masacrada en Nuevo León el 9 de agosto de 2009). En los días que siguieron, aparecieron 10 narcomantas dirigidas a Felipe Calderón, con amenazas para Genaro García Luna. Una de ellas decía: “Felipe Calderón estamos conscientes de nuestros actos, pero en total desacuerdo en que involucren a padres, hermanos y demás familiares; es una regla mundial que ha existido en todos los tiempos (la familia se respeta)”.
Las declaraciones que rindieron El Negro y El Royal tras su aprehensión en el Estado de México provocaron la captura del comandante de la Policía Ministerial, Salvador Pintado, con 11 gramos de cocaína encima y armamento de uso reservado para el ejército. Lo habían señalado como encargado de negociar con el gobierno de Adame un conjunto de puestos clave para la organización Beltrán.

La detención de los padres de El Borrado, la captura de Pintado y las declaraciones de los asesinos del subprocurador Dimitriades, formaron un coctel altamente explosivo. El primero en sufrir los efectos fue el secretario de Seguridad Pública del estado, Luis Ángel Cabeza de Vaca (el mismo que dudaba de la existencia del narcotráfico en Morelos). El Negro y El Royal lo señalaron como protector del cártel de los Beltrán. Cuando fue detenido por el ejército, su esposa publicó un desplegado en el que afirmaba que el funcionario “únicamente recibió órdenes” del gobernador Adame. Un juez le decretó formal prisión por el delito de colaboración en delincuencia organizada.

El segundo en caer fue el secretario de Seguridad Pública de Cuernavaca, Francisco Sánchez González. El tercero, el procurador de Justicia del estado, Francisco Coronado. La ola expansiva corrió incontenible. El 10 de mayo, militares detuvieron en Yautepec a 34 policías municipales, así como al secretario de Seguridad Pública local.

Dentro de la estructura de los Beltrán, El Borrado tenía la tarea de recibir información filtrada por la SIEDO. Un agente de la AFI, Francisco Javier Jiménez, El Pinocho, era el contacto que lo enlazaba con el coordinador técnico de esa corporación, Miguel Colorado González (otro de los funcionarios detenidos durante la Operación Limpieza). Según la averiguación 0241/2008, El Borrado también fue responsable de “enganchar” al subprocurador Noé Ramírez Mandujano, que fue sujeto a proceso en Nayarit. El nivel de El Borrado en el cártel era semejante al de Sergio Villarreal, El Grande. La detención de sus padres lo puso fuera de sí.

Información manejada por Proceso señala que en octubre de 2008 el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue interceptado en la carretera de Tepoztlán por un número indeterminado de pistoleros que viajaban en vehículos blindados. Según el semanario, García Luna habría recibido el siguiente mensaje: “Este es el primero y último aviso para que sepas que sí podemos llegar a ti si no cumples con lo pactado”.

La DEA circuló la versión de que El Borrado, desesperado por la prisión de sus padres, le pidió a Arturo Beltrán Leyva la ejecución del secretario García Luna. No hay reporte de la respuesta de Beltrán, pero sí indicios de que inició su propia “operación limpieza” dentro del cártel, a fin de pacificar el estado. El 12 de septiembre de 2009 el cadáver de Mario Pineda Villa, El MP, hermano de El Borrado, fue hallado en la Autopista del Sol, a la altura de Huitzilac, con una manta que decía: “Así terminan los traidores y los secuestradores. Aquí está El MP”. Firmaba: “El Jefe de Jefes”.

Días después, el cuerpo del propio Borrado apareció calcinado dentro de un auto en Jantetelco. En poco más de un mes se registraron 25 ejecuciones. Todas ellas acompañadas con mantas, cartulinas, mensajes: “Esto les pasa a los secuestradores, le pido a toda la ciudadanía no lo tomen a mal, es por el bien de todos, atentamente El Jefe de Jefes”.

Junto a dos cuerpos torturados se encontró en Moyotepec este narcomensaje:“Comando: Rafael Deita López (alias lágrimas) robo a mano armada, Maximino lopez por robo a casa habitación y robo de cobre de luz y fuerza y Telmex, tú sabes que esta plaza siempre ha sido mía nos equivocamos al poner un par de traidores y cobardes como el mp y el borrado de los cuales tú aprendiste las mañas, no seas cobarde… mi gente y yo estamos listos para pelear con quien sea, no me importa que te apoye el chapo, mago, nacho coronel, lobo valencia y los michoacanos, no vamos a permitir secuestros ni extorsiones deja de amenazar familias. Atte. Jefe de jefes”.

Ese fue el mes en que Héctor El Negro Saldaña y tres acompañantes fueron hallados en una camioneta en la delegación Miguel Hidalgo, al poniente de la ciudad de México, con un mensaje firmado por El Jefe de Jefes: “Por secuestradores. Job 38:15”. (Job 38:15: “Entonces la luz fue quitada a los impíos”.) Ese fue el mes en el que el alcalde de San Pedro Garza, Nuevo León, que medio año atrás había sido grabado al momento de afirmar que había llegado a un acuerdo con los Beltrán Leyva para detener los secuestros en el municipio, anunció la muerte de El Negro Saldaña —¡cuatro horas antes de que la policía se enterara!

Saldaña era un narcotraficante ligado a los Beltrán. Tras la detención de un operador de éstos, logró apoderarse de la plaza de San Pedro y comenzó el secuestro de familiares de la cúpula empresarial de Monterrey. Exigía rescates de hasta cinco millones de pesos y llegó a realizar hasta tres secuestros por semana. El alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, fue grabado en una reunión de empresarios ante los que confesó que eran los Beltrán, y no la policía, los que habían evitado que San Pedro Garza se deteriorara: sus familias vivían ahí, antes que traficar con drogas les interesa la seguridad de éstas.

“O sea, o montamos todo este aparato de seguridad, que ellos tampoco están en contra porque es para sus propias familias también… No sé cómo decirte, o sea, lo que yo voy a tratar de hacer, hasta ahora me estoy dando cuenta de que no está tan complicado como yo imaginé, porque los propios Beltrán Leyva están de acuerdo… Está más arreglado de lo que te puedas imaginar, si entramos rápido”.

La nueva estrategia de Arturo Beltrán, ¿consistía en pacificar los territorios donde operaba a cambio de que las autoridades lo dejaran traficar? Algunos analistas creyeron advertir que El Barbas dirigía toda clase de guiños al gobierno federal.

Desde su ruptura con El Chapo había vuelto a aliarse con Vicente Carrillo, pactó con Heriberto Lazcano, entabló relaciones con los sucesores de los Arellano Félix. No sólo controlaba la frontera norte, sino también el corredor del Pacífico. Según Jorge Fernández Menéndez, mientras El Chapo tenía los mejores contactos y la capacidad de operación para traer droga a México, Beltrán tomaba la frontera y una buena parte del litoral.

El enfrentamiento entre ambos capos explicaba la violencia en que el país había vivido sumergido. No era una lucha —dice Fernández Menéndez— por el control del territorio, sino por la supervivencia de sus cárteles.

En los peores días de la refriega con su antiguo aliado, Beltrán había hecho colocar esta narcomanta: “Con todo respeto a su investidura Sr. Presidente le pedimos que abra los ojos y se dé cuenta de la clase de personas que tiene en la PFP nosotros sabemos que usted no tiene conocimiento de los arreglos que tiene Genaro García Luna desde el sexenio de Fox con el Cártel de Sinaloa que protege al Mayo Zambada, a Los Valencia, Nacho Coronel y Chapo Guzmán… Pedimos que pongan a personas que combatan al narco de forma neutral y no incline la balanza a un solo lado”.

Sabía que estaba en marcha la cacería que terminó en la torre Elbus del fraccionamiento Altitude, el 16 de diciembre de 2009...
La batalla de Cuernavaca

...Esta es la leyenda que ha quedado impresa en periódicos, revistas y declaraciones ministeriales. El sábado 5 de diciembre Arturo Beltrán Leyva fue padrino de un bautizo en Puebla. Permaneció en la entidad hasta el jueves 10, día en que decidió volver a Morelos. Su convoy era tan aparatoso que llamó la atención de la Policía Ministerial. Vino el tiroteo. La gente que caminaba por avenida Hidalgo y el bulevar Forjadores se tiró al piso. Dos judiciales quedaron heridos y un municipal murió.

Beltrán tuvo dejar atrás a cinco de sus gatilleros y también 11 vehículos. Huyó en helicóptero desde el hotel Villa Florida. Según el director operativo de la DEA, Anthony Placido, iba herido. El contralmirante José Luis Vergara, vocero de la Secretaría de Marina, dijo que no: la noche siguiente reapareció en una posada en el fraccionamiento Los Limoneros, a las afueras de Tepoztlán. El lugarteniente Manuel Briones, ex agente de la Policía Metropolitana que se integró al cártel como sucesor de El Borrado, se encargó de su seguridad. De Briones dependía el ejército de Halcones que realizaba en el estado labores de vigilancia: a él se le achaca el asesinato de 40 de los miembros “incómodos” de la organización delictiva.
Los sicarios que Beltrán había dejado atrás en Puebla fueron llevados en avión a las instalaciones de la SIEDO para ser interrogados. Una versión señala que el capo sinaloense había sido detectado por la DEA desde que visitó a un cirujano plástico en el Hospital Ángeles de Puebla. El cruce de datos provocó que en una reunión del gabinete de seguridad se decidiera entregar la información al almirante José Luis Figueroa. Desde la presidencia se ordenó que el operativo corriera a cargo de la Secretaría de Marina.

Alrededor de las dos de la mañana, cuando la música alcanzaba su mayor intensidad, la operación comenzó. Los marinos irrumpieron en el fraccionamiento. Vecinos reportan que la balacera duró dos horas. Beltrán volvió a dejar a sus sicarios atrás. Huyó en un vehículo Toyota, posiblemente en compañía de La Barbie. Briones, el encargado de su seguridad, bajó por una barranca y se escondió en la maleza un día entero. Municipales de Cuernavaca y agentes de la SIEDO aparecieron en el fraccionamiento cuando el tiroteo era más tupido, pero se retiraron sin tomar parte en la operación. La Armada aseguró a 40 personas, 11 de las cuales eran sicarios. El resto, músicos y sexoservidoras. En la casa fueron hallados 280 mil dólares, 20 armas, mil 700 municiones. Hubo tres muertos (entre ellos, una vecina del fraccionamiento). El vehículo en el que supuestamente habían escapado los capos fue hallado en Cuernavaca. Tenía huellas de sangre en la manija de la puerta izquierda y en el asiento delantero. Una versión señala que Beltrán volvió a ser detectado por la DEA tras recibir atención médica en un nosocomio de la capital morelense. Había dejado como domicilio el departamento que ocupaba en el condominio Altitude.

El 16 de diciembre los miembros del gabinete de seguridad fueron informados con sólo 20 minutos de anticipación de que la Armada iba a iniciar en Cuernavaca el operativo de captura de Arturo Beltrán Leyva. Se pidió al responsable de la 24 Zona Militar, el general Leopoldo Díaz, que cubriera el perímetro.

De acuerdo con documentos consultados por el reportero Ricardo Ravelo, un cocinero declaró que Beltrán Leyva iba a comer, aquel día, precisamente con el general Leopoldo Díaz. Declaró también que el capo estaba en compañía de La Barbie, pero que éste desapareció antes de que comenzaran las acciones. Beltrán había sido informado por su círculo de seguridad, Los Zafiros, sobre movimientos extraños en la calle. De acuerdo con el vocero de la Secretaría de Marina, supo que iban por él desde la una de la tarde, cuatro horas antes de que iniciaran los disparos, cuando un helicóptero sobrevoló el conjunto Altitude: “Él ya sabía. Cuando escuchó el ruido del helicóptero se percató de eso, entonces se fue a su lugar y se preparó para hacer frente; él sabía que tarde o temprano iban a llegar por él”.

A las nueve de la noche, con seis pistoleros, Beltrán inició la defensa. “Estuvo participando en el tiroteo en contra de nosotros, creo que eso habla de que no estaba herido”, explicó el vocero.

Según la Marina, desde el mediodía y hasta las cinco de la tarde, los integrantes de las fuerzas especiales desalojaron a los habitantes de las 12 torres que forman el conjunto Altitude. Más de 100 efectivos se desplegaron en el lugar. Se dio la orden de ataque: desde vehículos artillados los marinos accionaron ametralladoras 7.62. Beltrán y sus hombres respondieron desde las ventanas del departamento 201 con granadas y ráfagas de AK-47.

Dos sicarios que se hallaban en la planta baja abrieron fuego contra los miembros de la Armada. “Fueron abatidos de inmediato”. Otros tres resistieron el asedio durante cuatro horas. Un marino fue alcanzado por una granada de fragmentación en las escaleras de emergencia. Se decidió detener la incursión, hasta que el parque de Beltrán se agotara. Mientras, los vehículos artillados siguieron atacando. Dos sicarios de Beltrán murieron en la sala. Cuando comprendió que estaba perdido, un tercero, el hijo de un famoso narco, El Chalo Araujo, saltó por los ventanales para suicidarse. Durante su caída, una bala expansiva le reventó en la espalda.

La última comida de El Jefe de Jefes, el hombre que compraba voluntades a cambio de millones de dólares y traficaba cargamentos que se medían en toneladas; el hombre de las joyas, los animales exóticos, los ranchos, los palacios, las avionetas, consistió en unos huevos con jamón que bajó a sorbos dados a una Coca-Cola de plástico. Había hecho llamar a dos masajistas, una de 18 años, otra de 44, con las que pasó sus últimas horas.

Según la Marina, a las nueve de la noche Beltrán abrió la puerta del departamento y enfrentó a los efectivos con intenciones de huir hacia el elevador. Le dispararon a menos de tres metros de distancia. Una de las balas le arrancó el hombro de cuajo.

Las primeras fotos lo muestran, no en la puerta del departamento, sino en el interior de éste, con una bebida energética junto a las manos. De acuerdo con la versión oficial, los marinos lo hallaron con los pantalones en las rodillas y la playera alzada hasta el pecho. “Yo creo que él cayó herido y a lo mejor le aflojaron la ropa, lo jalaron y fue que quedó en esa posición. Ya estaba así”, dijo el almirante José Luis Vergara.

Una foto muestra a tres civiles embozados, vestidos con sudaderas y guantes de látex rojo, bajándole los pantalones hasta más allá de las rodillas, y colocando al cadáver sobre una sábana blanca. En una tercera foto, esos mismos personajes comienzan a desplegar, macabramente, joyas y billetes ensangrentados sobre el cuerpo.

No se ofreció explicación oficial sobre la vejación del cadáver. Tampoco sobre la identidad de los civiles embozados.

El almirante Vergara sostuvo que el objetivo de la Armada era capturar al delincuente con vida. “Pero asumió una actitud de no dejarse atrapar”. En un acta ministerial que las autoridades no han dado a conocer, las dos masajistas afirmaron que Arturo Beltrán se había rendido, que su último gesto fue el de entregarse, antes de morir desangrado en un departamento de lujo.

Solo 15 días después fue aprendido en Culiacán Sinaloa otro hermano de El Barbas de nombre Carlos Beltrán Leyva quien se había mantenido lejos de los reflectores pero su captura opacado por la muerte de su hermano 15 días antes.

Años después le seguiría con la captura de su hermano el ultimo de los "Tres Caballeros" Hector Beltrán Leyva capturado "sin un solo disparo" en el siguiente gobierno con el PRI de Peña Nieto en octubre del 2014, informaron las autoridades se hacia pasar por empresario en Querétaro pero fue aprehendido en Guanajuato, tras la captura de varios lideres fuertes de los Beltrán Leyva en el sexenio de Calderón "El H" Hector Beltrán había adoptado un perfil bajo, su captura significo el fin de una dinastía en el narcotráfico en México quienes dirigieron alguna vez considerado el único cártel que estaba al mismo nivel de sus antiguos socios  y posteriores enemigos del Cártel de Sinaloa, pero hasta ahora no se puede decir que ya haya desaparecido, una nueva figura crece dentro de los Beltrán Leyva que se ha hecho de las operaciones del cártel y que tuvo las enseñanzas de los Tres Caballeros y que parece seguir sus ideales, El Chapito Isido Fausto Meza que en los ultimos años ya es clave en las operaciones de narcotrafico en Sinaloa al grado de seguirle peleando la plaza al cartel de Sinaloa pero esa ya es otra historia.

Héctor de Mauleón. Escritor y periodista. Entre sus libros: El tiempo repentino y Como nada en el mundo...